Mañana se cumplirán 90 años de la conferencia que el físico judeoalemán Albert Einstein dio en Jerusalem sobre su Teoría de la Relatividad.
Él y su esposa, Elsa, se alojaron en la propia Casa de Gobierno, como invitados del entonces comisionado del Mandato Británico, Herbert Samuel.
El científico más importante del siglo XX estaba interesado en la proyección de la Universidad Hebrea, fundada en la actual capital israelí en 1918, y dos días antes había sido recibido en una sesión conjunta del Ejecutivo Sionista y el Consejo Nacional de los Judíos de la Tierra de Israel, ocasión en la cual expresó su admiración por el trabajo que realizaban y su convicción de que sólo el sionismo “puede sanar la enferma alma judía”, un mensaje que transmitiría al resto del mundo judío a su regreso a Europa.
Al día siguiente de su conferencia en Jerusalem, Einstein visitó Tel Aviv.
Nacido el 14 de marzo de 1879, en Ulm, en el seno de una familia judía asimilada, entre 1921 y 1932 pronunció diversos discursos para recaudar fondos para los judíos de la Tierra de Israel y esa universidad.
Cuando su colega, amigo y primer presidente de Israel Jaim Weizmann, falleció en 1952, el entonces embajador israelí en los Estados Unidos, Abba Eban, le ofreció sucederlo, pero Einstein rechazó la propuesta porque entendía que carecía de “la aptitud natural y la experiencia para tatar como es debido con la gente y desempeñar funciones oficiales”.
Albert Einstein murió el 18 de abril de 1955, en Princeton, Estados Unidos.
CGG
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