Mientras el Gobierno de Ecuador niega que el presidente Rafael Correa haya minimizado el atentado a la AMIA, los líderes de la comunidad judía argentina aún esperan una disculpa formal del mandatario para zanjear las diferencias y superar un momento al menos “desafortunado”.
En una declaración publicada en el portal de la Presidencia de Ecuador, el secretario de Comunicación de la Presidencia, Fernando Alvarado, salió al cruce de las críticas realizadas por las organizaciones judías contra Correa por unos comentarios acerca del ataque a la institución comunitaria que hizo en una entrevista televisiva.
"El tema, evidentemente publicado fuera de contexto y deformado en las reproducciones ulteriores, ha sido propalado a tal velocidad que no se ha detenido en el debido análisis o la necesaria reflexión que merezca una eventual precisión", argumentó Alvarado.
El vocero explicó que la respuesta de Correa "giró en torno a los cuestionamientos que la periodista hacía a Ecuador sobre las relaciones con Irán, más no a justificar, y peor aún minimizar, un atentado terrorista doloroso y cruel para familias judías y argentinas".
"Hacemos esta referencia –añadió Alvarado- por el profundo respeto al pueblo argentino y por defensa a ultranza de la ética y la verdad, principios inquebrantables que marcan al Gobierno del Ecuador".
Sin embargo, la respuesta del gobierno ecuatoriano no parece ser suficiente para los líderes de la comunidad judía argentina, ya que el vicepresidente de la DAIA, Waldo Wolff, aseguró en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN) que “el malestar” de la comunidad seguirá hasta tanto “el presidente Correa se disculpe de manera formal”.
Incluso, el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, instó desde Miami a que la presidenta Cristina Kirchner interceda y hable con Correa. “Nos gustaría que la Presidenta de la Nación le haga llegar al mandatario ecuatoriano el sentir de toda la sociedad argentina que está muy dolida con sus expresiones”, afirmó el dirigente comunitario en un encuentro que mantuvo el con argentinos de la comunidad judía de Miami.
Cristina Kirchner y Correa coincidieron hoy al participar en la 44° Cumbre del Mercosur, que se desarrolla en Brasilia, pero hasta el momento no trascendió que hayan tratado el tema.
“Entendemos que la presidenta siempre respetó y respeta lo que es la comunidad judía. Entendemos que esclarecer el atentado a la AMIA con los 85 muertos siempre fue un compromiso y que ella siempre lo manifestó. El Gobierno argentino de la mano de Néstor Kirchner y luego de Cristina fue en realidad el que más trabajó para su esclarecimiento. Entiendo que esta inquietud la estará compartiendo en estos encuentros”, expresó Borger.
“A nosotros, la comunidad judía argentina y los ciudadanos argentinos, nos hizo muy mal y nos dolieron mucho los comentarios del mandatario de un país vecino. Seguramente la Presidenta también esté sensible ante estas expresiones”, consideró Borger.
Lo cierto es que el gobierno ecuatoriano trató de relativizar el alcance de las declaraciones de Correa, e incluso el canciller Ricardo Patiño aseguró el Presidente se lamentó por el atentado perpetrado en 1994 contra la sede de la AMIA y lo calificó de "doloroso".
“Rafael lamentó y calificó de doloroso el atentado contra la comunidad judía en Argentina en 1994", escribió Patiño en su cuenta de twitter tras la fuerte reacción de la comunidad judía argentina.
Asimismo, el ministro ecuatoriano añadió que el presidente Correa “criticó la doble moral de los medios de comunicación y poderes imperiales que solo condenan ciertos atentados y no condenan otros execrables ataques a la vida de miles de seres humanos, como lo sucedido en las invasiones a Libia e Irak". "La vida de todas las personas es digna de respeto, sin discriminaciones vergonzosas. No se vale condenar unos atentados y callar otros", añadió Patiño, según informó la prensa ecuatoriana.
Sin embargo, para Wolff, el mandatario sudamericano “tuvo declaraciones sumamente desafortunadas y ofendió” a la ciudadanía argentina.
“La posición del canciller de Ecuador de lamentar todo atentado es lógica”, pero “no implica una disculpa, y menos por Twitter, por la posición que tomó el presidente Correa durante su entrevista” con un canal de televisión argentino.
Las polémicas declaraciones del mandatario ecuatoriano generaron una fuerte crítica por parte de la oposición y de la comunidad judía local e internacional, que contrastó con el silencio del gobierno argentino.
La polémica surgió luego de que Correa respaldara al presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, y al ser preguntado sobre su opinión acerca de la negativa de Irán de entregar a los acusados del atentado a la AMIA en 1994, a lo que el mandatario contestó: “Conozco ese caso. Es muy doloroso para la historia argentina, pero vea cuántos murieron en el bombardeo de la OTAN a Libia (y que luego generó la caída del régimen de Muammar Khadafy). Comparemos las cosas también y veamos dónde están los verdaderos peligros; no debemos manipular”.
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