Hace 60 días nuestro gobierno anunció su aceptación a la propuesta del gobierno de la REPUBLICA ISLAMICA DE IRAN y en consecuencia se conformo un grupo bilateral para darle un marco a la pretensión de nuestra justicia de someter a juicio a 8 ciudadanos de nacionalidad iraní.
Este es el marco político que, con la pretensión de buscar soluciones a un conflicto que nunca debió ser entre países, pretendió se le otorgase a una resolución judicial cuya única posibilidad es ser cumplida.
El NMC se expidió oportunamente sobre el tema y lo vuelve a hacer hoy, con los resultados a la vista, tal como se había postulado. La pretendida negociación, si es que había algo para negociar, fracasó en su primera reunión. Era correcta la pretensión de buscar una solución, por ejemplo, tiempos de entrega, seguridad jurídica para el proceso. Sin embargo, lo que todos suponíamos que sucedería, sucedió. El gobierno de la REPUBLICA ISLAMICA DE IRAN se expidió ante nuestros representantes. Y solo para decirles “Irán no tiene nada que ver”.
La justicia penal no juzga entes, solo personas. Nadie juzga penalmente a la REPUBLICA ISLAMICA DE IRAN, pero si a iraníes responsabilizados por su participación en el atentado más cruento contra un blanco judío fuera de ISRAEL, donde murieron 85 hermanos. La responsabilidad política de Irán se dirimirá en otro ámbito, pese a que todos entendemos que ya fue establecida.
Ante esta frontera, proclamamos que decimos basta a las dilaciones, a las declamaciones, a las explicaciones, a los acuerdos políticos siempre ajenos a las víctimas y a la verdad.
El día martes 6, retomaremos en su nombre la legitimidad activa para el impulso de la causa, no habrá dilaciones, no habrá declamaciones. Habrá acciones.
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