A finales de agosto, sólo había cuatro grandes actores que competían por el dominio sobre el mercado de sensores de movimiento 3D que se desarrolla para capturar los movimientos del cuerpo y convertirlos en información digital para los videojuegos, electrodoméstico y dispositivos móviles.
Tres de los cuatro contendientes, que son propietarios de las patentes líder en la industria, son bien conocidos por ser gigantescas corporaciones como Microsoft, Apple y Qualcomm. La cuarta es una pequeña empresa israelí llamado XTR también conocida como Realidad Extrema.
La compañía israelí desarrolló la tecnología que puede convertir cualquier cámara digital o web en un sensor de arte en 3D.
XTR, sin embargo, no es la única empresa israelí que se ocupa de la tecnología de captura de movimiento. Otra compañía que se destaca en este campo es Prime Sense que vende sensores de movimiento 3D para Microsoft.
A su vez, el domingo pasado se reveló que otra empresa israelí se une a la guerra entre los gigantes de la tecnología en el mercado de sensores 3D: Intel está negociando con Invision para la adquisición por 50 millones de dólares de una pequeña empresa israelí.
"Muchas de estas tecnologías salieron del ejército israelí", explicó David Geva fundador de XTR.
"Muchos ingenieros militares emigraron a la industria civil y es natural que la industria se está desarrollando en Israel", agregó.
Otra compañía israelí que se destaca es Mobileye, que fue fundada por Amnon Shasua, uno de los líderes en el procesamiento de imágenes y profesor de la Universidad Hebrea.
Durante la última década, la compañía recaudó 157 millones de dólares y se convirtió en un líder mundial en sensores de detección de impactos.
La tecnología de Mobileye no se traduce en el movimiento del cuerpo, sino que utiliza para detectar peatones o vehículos cercanos.
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