Más 25 tumbas fueron destrozadas en dos cementerios musulmanes y cristianos de la ciudad israelí de Jaffa, al sur de Tel Aviv.
En las tumbas se encontraron leyendas como "Muerte a los árabes" pintadas en las tumbas.
Las fuerzas policiales llegaron al lugar e iniciaron una investigación sobre el incidente, pero ningún sospechoso fue arrestado por el momento.
Los actos vandálicos generaron una fuerte reacción de la gente que salió a las calles a repudiar los hechos.
El presidente Shimon Peres condenó los actos vandálicos en los cementerios cristianos y musulmanes de Jaffa, calificándolos como "actos despreciables que nos deshonra y van en contradicción con los valores morales de la sociedad israelí".
El mandatario instó a las fuerzas del orden a realizar todos los esfuerzos posibles con el fin de atrapar a los vándalos.
Los actos de vandalismo fueron descubiertos el fin de semana, no está claro cuándo se llevó a cabo los ataques.
Los residentes repudiaron los hechos y vincularon este incidente con el reciente incendio de una mezquita en el norte de Israel.
Al menos 22 tumbas fueron destrozadas o pintadas en el cementerio musulmán y otras cuatro resultaron dañadas en el cementerio cristiano.
Fotos de las tumbas destrozadas fueron publicadas en la red social Facebook, y un nuevo grupo fue creado para convocar a una protesta social. "No vamos a dejar pasar al racismo", dijo el mensaje online.
Más tarde, unas 150 personas, tanto árabes como judíos, se reunieron en la calle Yefet Jaffa para repudiar los actos de vandalismo e instando a la policía a que detenga a los agresores.
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