La Fiscalía pidió hoy, martes, una pena de 6 años de prisión para el presunto criminal de guerra nazi John Demjanjuk, a quien acusó en Munich (Alemania) de haber colaborado con el asesinato de 27.900 judíos en el campo de exterminio de Sobibor, durante la Shoá (Holocausto).
“Cualquier persona tan culpable como él debe ser castigado, incluso a una edad tan avanzada y 60 años después de su crimen”, señaló Hans-Joachim Lutz en su alegato, en referencia al nonagenario imputado, a quien describió como “parte de la maquinaria nazi”.
La Fiscalía podría haber solicitado una pena de hasta 15 años de cárcel por su rol en Sobibor, donde unos 250.000 judíos fueron asesinados, la décima parte de los cuales le adjudicó a Demjanjuk, quien llegó a encabezar la lista de los criminales de guerra más buscados por el Centro Simon Wiesenthal.
Lutz basó su demanda en el elevado número de víctimas y destacó que muchos otros prisioneros de guerra que se convirtieron en guardias de campos habían logrado escapar.
En cambio, Demjanjuk participó voluntariamente y por convicción de la aniquilación de judíos, afirmó el fiscal.
Durante el juicio, que lleva 16 meses, el imputado ucraniano negó haber desempeñado papel alguno en la Shoá.
Por el contrario, adujo que fue reclutado por el ejército soviético en 1941 y, luego, tomado prisionero por los alemanes, donde se desempeñó en un campo de prisioneros.
Demjanjuk emigró a los Estados Unidos en 1951 y se naturalizó 7 años después, hasta que fue expulsado y deportado a Alemania para ser juzgado.
En 1988, sobrevivientes de la Shoá lo identificaron como el guardia conocido como “Iván el Terrible” en el campo de exterminio de Treblinka, donde fueron asesinadas 870.000 personas.
Por ello fue juzgado y condenado a muerte en Israel, pero la Corte Suprema anuló la pena cuando aparecieron nuevas evidencias que señalaban a otro hombre.
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