Itongadol.- La fatídica mañana del 7 de octubre miembros del palestino Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ingresaron a la vivienda de Ester Cunio, de 90 años de edad, residente de Kibutz Nir Oz, en el sur de Israel.
Los palestinos le exigieron que los acompañara con el objetivo de secuestrarla en la Franja de Gaza. No obstante, con su ingenio, y con la ayuda del astro mundial del fútbol, Lionel Messi, logró salvar su vida. Ahora, la extraordinaria historia de la mujer de 90 años se presentará en un nuevo documental en español.
La hija de Ester, Ruti, relató lo vivido por su madre en ese sábado negro, como es recordado por la sociedad israelí: «Mamá contó que a las seis y medio de la mañana estaba en su casa y escuchó las sirenas que dan aviso del lanzamiento de misiles e ingresó al refugio».
«Los terroristas entraron a su casa por la ventana y le dijeron que la querían llevar y que no podía permanecer sola. Le preguntaron si tenía familiares en el kibutz o en la vivienda y les mintió. Les dijo que estaba sola», contó.
«Hablaban un poco de hebreo y en árabe, entonces mi madre les dijo que no entendía bien, que ella hablaba español», dijo. En esta etapa se dio un diálogo entre los terroristas y la anciana. «Ella les preguntó a ellos si les gustaba el fútbol y les contó que nació en el mismo lugar que Messi. En el momento en el que les nombró a Lio, se tomaron una foto con ella», contó.
Ester está segura de que sobrevivió a ese día gracias a la conversación que mantuvo con sus captores sobre Messi. Uno de ellos le dijo que es fanático del deportista y entonces comenzó a tomarse fotos con la señora.
Según dijo Ruti, le dijeron a su mamá que tenía que ir con ellos porque iba a haber una guerra y ella les contestó que no podía porque le robaron su andador. Los palestinos abandonaron el lugar y la dejaron sola.
Ruti cuenta que su madre Ester sabía que amaban a Messi: «Mi madre siempre me decía cuando le advertíamos que vivía cerca de Gaza, que ‘si vienen terroristas les hablaré de Messi y me dejarán», así fue, el tiempo le dio la razón.
Ester pudo salvar su vida, pero ocho miembros de su familia fueron secuestrados esa mañana.