Itongadol.- Un estudio realizado por el Centro de Información y Apoyo a la Decisión del Gabinete egipcio reveló que Kuwait, Egipto, Jordania y Qatar son los cuatro países del mundo árabe con la mayor tasa de divorcios, que ascendió al 48% de todos los matrimonios en Kuwait, al 40% en Egipto, al 37,2% en Jordania y al 37% en Qatar.
El Líbano y Emiratos Árabes Unidos les siguen con un 34%.
La Dra. Mona Youssri, psicóloga licenciada y terapeuta familiar del Hospital Americano de Dubai, declaró a The Media Line que, según su experiencia, la mayoría de las personas que acuden a la terapia de pareja son mujeres que a veces consiguen convencer a sus parejas masculinas para que se unan después.
«Las mujeres tienen ahora educación y tienen sus propias carreras», expresó Youssri.
«Las mujeres árabes adquirieron mucha conciencia de sí mismas y están prosperando hacia su autorrealización, por lo que a veces esto choca con la imagen árabe de la mujer como ama de casa», agregó
Mahmood Al Oraibi, abogado licenciado en Bahrein, socio gerente de Salman Legal Services y antiguo miembro de la junta directiva del Colegio de Abogados de Bahrein, que se ocupa de muchos casos relacionados con la familia y el divorcio, explicó que muchos aspectos diferentes de la comunidad árabe cambiaron y que el divorcio es sólo uno de esos cambios.
«Las mujeres ahora son independientes, están educadas, tienen algo de poder, tienen algunas demandas», señaló Al Oraibi a The Media Line.
Además, Al Oraibi afirmó que la comunidad árabe sigue debatiéndose entre el pasado -en el que las mujeres eran sólo amas de casa, y se ocupaban de las necesidades de toda la familia, cuidando de sus maridos, así como de sus padres, primos y sus propios hijos- y el presente -en el que hay una mujer trabajadora que es independiente, que vuelve a casa tarde después de pasar de 8 a 10 horas fuera de casa-.
Por otro lado, Bassant Ossama, un profesor de sociología egipcio que vive en Kuwait, cree que el divorcio aumentó debido a que las mujeres tienen libertad para decir lo que piensan y tomar sus propias decisiones, a diferencia de lo que ocurría en años anteriores.
«Las mujeres tienen ahora educación y sus propias carreras, así que cuando decidan divorciarse, no tendrán preocupaciones financieras, ya que ahora pueden mantenerse por sí mismas», destacó Ossama.