Itongadol/AJN.- Entre la asombrosa cantidad de israelíes que dejaron todo para trabajar como voluntarios con los refugiados que huyen de Ucrania a Moldavia, hay un grupo de personas de aspecto divertido con disfraces extraños y grandes narices rojas que hacen burbujas, usan martillos chirriantes y se abrazan mucho.
Solo hay cuatro de ellos, pero su efecto parece desproporcionado con respecto a su número, ya que iluminan los rostros de mujeres, niños y ancianos exhaustos, muchos de los cuales han estado en la ruta durante días.
Estos son payasos médicos profesionales del proyecto “Dream Doctors”, que en tiempos normales trabajan como parte integral de los equipos médicos en más de 30 hospitales en todo Israel.
Payasos médicos israelíes llevan sonrisas y alivian el estrés de los refugiados ucranianos en #Moldavia#Ucrania #Israel #UkraineRussiaWar #UkraineRussianWar #Ukraine️ https://t.co/TTjOmcSYqb pic.twitter.com/ei6AB3Bw9w
— Agencia AJN (@AgenciaAJN) March 20, 2022
Hasta ahora, dos grupos visitaron Moldavia, el primero en respuesta a un llamado del Gran Rabino Moldavo Pinchas Saltzman, el segundo por invitación de una delegación de médicos, enfermeras, trabajadores sociales y un psicólogo que conocen el trabajo de los payasos para una organización que asiste a sobrevivientes del Holocausto.
Esta semana, otros cuatro payasos saldrán de Israel, con un par yendo a Moldavia y el otro a Polonia. Y muchos más ya están trabajando con refugiados ucranianos que están en Israel.
En Moldavia, los cuatro payasos, siempre trabajando en parejas, han colaborado no solo con organizaciones judías sino también con el gobierno moldavo, visitando campamentos para los refugiados y trabajando en el cruce fronterizo de Palanke, por donde los ucranianos ingresan al país.
Reut Shifman Tsoref recordó que en un campamento, en Sarata Galbena, a 40 kilómetros de la capital moldava Chisinau, “un hombre no judío con un bebé” se le acercó y le dijo: “No puedo creer que después de todo lo que le hicimos a tu gente durante la guerra, ahora nos estés ayudando”.
“La payasada ayuda a liberar mucha presión”, explicó Shifman Tsoref, de Givat Ye’arim, cerca de Jerusalén, que suele trabajar como payaso médico en el Centro Médico Shaare Zedek de la capital. “Se trata de llevar lo más irracional a la situación más irracional para hacerla racional”.