Itongadol.-Abdullah también se refirió a la conexión especial de su país como custodio de los lugares islámicos y cristianos de la ciudad.
El statu quo en el conflicto israelí-palestino es insostenible, dijo el rey Abdullah de Jordania ante la Asamblea General de la ONU (AGNU), al tiempo que pidió una solución al conflicto basada en dos Estados.
«¿Cuántos niños más morirán antes de que el mundo despierte?» dijo Abdullah el miércoles en un mensaje pregrabado que se reprodujo en la sesión de apertura de la 76ª AGNU en Nueva York.
El Presidente de EE.UU., Joe Biden, habló el martes ante la AGNU de su apoyo a la resolución del conflicto con dos Estados, pero dijo que «estamos muy lejos de ese objetivo en este momento».
El primer ministro Naftali Bennett, que se espera que intervenga en el foro la semana que viene, ha dicho que en este momento no tiene intención de entablar negociaciones para dicha resolución. Jordania, Egipto y la Autoridad Palestina han rechazado la idea de aparcar la resolución del conflicto, advirtiendo que sería un error.
«La amarga guerra de Gaza de este año fue un recordatorio de que la situación actual es sencillamente insostenible», dijo el rey Abdullah. «La seguridad genuina para cualquiera de las partes -de hecho, para todo el mundo- sólo puede lograrse a través de la solución de dos pasos, una solución que conduzca al establecimiento de un Estado palestino independiente, soberano y viable sobre la base de las líneas de junio de 1967, con Jerusalem oriental como capital, que conviva con Israel en paz y seguridad».
«Creo que la santidad de Jerusalem para musulmanes, cristianos y judíos puede y debe unirnos», dijo. «Con la ayuda internacional, la ciudad santa puede ser, no una causa de división, sino un símbolo de unidad para todos».
A Jordania, junto con la Autoridad Palestina, le ha preocupado que Israel quiera cambiar el entendimiento del statu quo con respecto a esos lugares, en particular en relación al Monte del Templo.
El acuerdo establecido tras la Guerra de los Seis Días de 1967 sólo permite a los musulmanes rendir culto en este lugar, que es el más sagrado del judaísmo. La derecha israelí se ha opuesto cada vez más a este acuerdo, y en el Monte del Templo se reza de manera informal.