Itongadol/AJN.- Casi 100 mil israelíes se encuentran en cuarentena bajo estrictas normas de seguridad como consecuencia del avance de coronavirus y el país sufre una parálisis parcial en algunas actividades.
El gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu defiende la celosa política sanitaria aplicada frente a la amenaza de una pandemia, que ya llevó en las últimas horas a restringir el ingreso de turistas provenientes de cinco naciones europeas.
Lo cierto es que el estricto protocolo dispuesto por el Ministerio de Salud israelí hace que hasta el momento la tasa de infectados sea relativamente baja con 17 casos diagnosticados de coronavirus, según los datos difundidos hasta la mañana del viernes.
Las autoridades israelíes deslizaron su preocupación a una posible pandemia antes de las vacaciones de Purim, festividad que se celebra entre lunes y martes.
Más allá de la preocupación gubernamental, cada vez más israelíes se enfrentan a un largo tiempo en casa después de que el Ministerio de Salud emitió una directiva el miércoles que extiende las órdenes de cuarentena para incluir a las personas que regresan de sus viajes a Austria, Francia, Alemania, España y Suiza.
Justamente hoy comenzó a aplicarse las restricciones a la entrada de no nacionales provenientes de esos países europeos, mientras que los turistas de esas naciones que ya están en Israel deben “irse gradualmente”, según lo dispuesto por la Autoridad de Población en un comunicado.
Entre los alcanzado por las medidas del gobierno está el periodista Danny Moljo, corresponsal de la Agencia AJN en Israel, regresó al país desde España el 28 de febrero. De acuerdo a la nueva normativa anunciada Netanyahu junto al ministro de Salud Yaacov Litzman, deberá permanecer en su casa por las próximas dos semanas como otros miles de israelíes que regresaron de Europa en los últimos días.
“Todos los que vuelvan de España, Alemania, Francia, Suiza y Austria deberán permanecer en cuarentena, no importa que tenga o no síntomas”, explica Moljo, ya aislado en su casa. Los países europeos se sumaron como destinos de los que los turistas israelíes que ingresen tienen que quedar en aislamiento, listado que ya incluía a China, Hong Kong, Tailandia, Corea, Singapur e Italia. “Los que estuvieron en contacto conmigo no tienen que estar en cuarentena, pero en el caso de que empiece a tener señales de la enfermedad tanto mi familia como mis compañeros de trabajo deberán entrar en aislamiento”, relata.
La lista de personas que deben autoaislarse se incrementa diariamente. Esta semana Cientos de israelíes entraron en el protocolo de aislamiento después de que se descubriera que un paciente con coronavirus recién diagnosticado asistió a un partido de fútbol en el estadio Bloomfield en Tel Aviv.
La medidas para evitar el contagio también alcanzaron a las elecciones que se celebraron el lunes. Sin embargo no evitaron que otras personas ingresarán bajo el protocolo de prevención ya que un día después de los comicios se conoció el caso de una personas diagnosticada con coronavirus que había concurrido a las urnas.
En medio de la tensión que se vive en la sociedad israelí, el gran rabino de Israel David Lau emitió una directiva al público israelí para que deje de besar la mezuzá, las cajas que contienen rollos de versos bíblicos que los judíos tradicionalmente cuelgan en sus puertas, por temor a propagar el nuevo coronavirus.
Las autoridades están dispuestas a hacer cumplir las medidas de prevención y la policía de Israel anunció ayer que había comenzado una ofensiva contra los ciudadanos que violan sus restricciones de largo alcance. En un comunicado indicó que habían abierto ocho investigaciones criminales contra israelíes que habían violado las reglas de cuarentena domésticas del Estado o habían engañado a los inspectores del Ministerio de Salud.
Según el Canal 12, quienes violen las directivas estatales podrían enfrentar hasta siete años de prisión.
Las férreas medidas del gobierno comenzaron a tener sus primeros coletazos en la economía. El turismo, una de las principales industrias del país, habría caído abruptamente y en estos días el aeropuerto internacional Ben Gurion es una postal desolada.
En las últimas horas, la aerolínea Lufthansa anunció que cancelará todos los vuelos a Israel hasta el 28 de marzo, luego de que el Estado judío prohibió la entrada a casi todos los arribos no residentes de cinco naciones europeas, incluida Alemania, por temor a los coronavirus.
“El grupo Lufthansa se ve obligado a hacer esta cancelación por razones económicas y operativas, ya que muchos pasajeros ya no tienen derecho a ingresar al país”, dijo el grupo en un comunicado.
Una medida similar adoptó hoy la aerolínea irlandesa de bajo costo Ryanair que comunicó que suspenderá las operaciones de todos los vuelos en la ruta Israel-Italia del 12 de marzo al 4 de abril.
El Ministerio de Salud confirmó ayer que otro israelí dio positivo por el virus COVID-19, el decimoséptimo caso del patógeno en el país.
El hombre, un pensionista que reside en el centro de Israel, llegó al aeropuerto Ben Gurion el 29 de febrero a las 12:20 en el vuelo EasyJet EJ3342 desde Venecia, condujo a su casa en un vehículo privado y entró en cuarentena.
La enfermedad asociada con el coronavirus ha sido nombrada COVID-19 por la Organización Mundial de la Salud.
A China, que es el epicentro de la epidemia, se suman Corea del Sur, Japón, Italia, Irán, Francia, Alemania, España y Suiza entre los países que se sabe que tienen altas tasas del virus. Sin embargo hay otros países sobre los que no se tiene suficiente información, como Estados Unidos.
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud del 5 de marzo, ahora hay 95.265 casos reportados de COVID-19 a nivel mundial, y 3.355 muertes. En las últimas 24 horas, China reportó 143 casos. Fuera de China, se reportaron 2.055 casos en 33 países.
Foto principal: Diario Haaretz