La cerca es parte de un plan para crear zonas de seguridad, barricadas, equipos de vigilancia y obstaculos que dividan a Israel y Cisjordania, tras la creciente ola de atentados palestinos registrados en los últimos meses en el país.
«Nosotros exigiremos el cese de estas obras, ya que ese muro de protección contradice totalmente las decisiones del Gobierno», declaró el diputado y rabino Yitzhak Levy, número dos del NPR, señalando que plantearía esta cuestión hoy durante la reunión semanal del Gobierno.
Según Amos Yaron, director general del Ministerio de Defensa israelí, los albañiles comenzarán a levantar la primera parte de la valla de seguridad de 110 kilómetros en Cisjordania, algo que se espera sea una cerca metálica elictrificada y con detectores de movimientos.
«Será una respuesta defensiva a la (…) infiltración de terroristas desde Judea y Samaria (Cisjordania) hacia comunidades en Israel», dijo el funcionario, estimando el coste de la construcción en un millón de dólares por kilómetro.
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