Itongadol.- El año pasado se cumplieron 25 años de impunidad, un cuarto de siglo desde el cruento atentado terrorista a la Embajada de Israel en la Argentina, y ambos países realizaron varios eventos alusivos que parecían ser el puntapié inicial para una nueva etapa de firme y conjunto reclamo por memoria y justicia para las 29 víctimas -22 de ellas identificadas- y 242 heridos que dejó la explosión en Arroyo y Suipacha el 17 de marzo de 1992, alrededor de las 14.50 hs.
El año pasado vino una delegación israelí, la cual fue recibida en la Quinta presidencial de Olivos junto con familiares y sobrevivientes; se publicó un libro y hubo una campaña mediática “Paz sin terror”; se realizó, por primera vez, un homenaje en la Legislatura Porteña.
Pero algo llamó la atención y parecía fuera de cuadro: a diferencia de otras veces, en esa oportunidad ningún ministro viajó a nuestro país y la visita fue encabezada por el director general de la Cancillería, Yuval Rotem, su representación implicaba un menor rango a diferencia de otros años, tratándose de un número redondo como los 25 años del atentado.
De todos modos, la sensación original se vio robustecida con la histórica llegada a la Argentina del primer ministro Benjamín Netanyahu en septiembre, y la aprobación de la ley 27417, que consagró el Día de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Atentado a la Embajada de Israel, dos meses después.
Pero el mes pasado se encendieron las luces de alerta cuando la propia embajada y la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación anunciaron que el “acto central” por el 26º aniversario se realizaría el viernes 16 de marzo, a las 11 hs., en el Archivo General de la Memoria.
O sea: este año no es posible realizar el acto el mismo día por ser Shabat, ni tampoco en el mismo lugar, ni siquiera a la misma hora… y cabe preguntarse, entonces, si ambos gobiernos no habrán decidido “celebrar” las “bodas de plata” de la impunidad con votos de silencio poniendo fin de este modo al reclamo para el primer atentado terrorista con presunta matriz fundamentalista islámica en Latinoamérica. Se hace difícil imaginar que las excelentes relaciones entre ambos países implicarían también el desarmado del emblemático escenario en la calle Arroyo.
La ley 27417 también prevé la realización de “actividades conmemorativas en todos los establecimientos escolares del país, públicos y privados” y la inclusión de esa tragedia “en la currícula escolar oficial como un hecho histórico”, y en ese marco y lugar se inaugurará una muestra fotográfica alusiva al aniversario.
Pero respecto del “acto central”, sólo un correo electrónico del ceremonial de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación lo informaba y precisaron a Iton Gadol que el mismo será por invitación y sin acceso al público.
Por lo pronto, la insólita decisión genera muchas preguntas: ¿quiénes tomaron la decisión?, ¿se consultó a los familiares y sobrevivientes?, ¿éstos prestaron su acuerdo?
Pero también: ¿qué opinarían las víctimas, como el padre Juan Carlos Brumana, Escorcina Lezcano de Albarracín y las otras mujeres alojadas en el hogar San Francisco de Asís, los hermanos bolivianos Alfredo y Freddy Machado Castro, el uruguayo Miguel Lancieri, el paraguayo Aníbal Leguizamón, el inmigrante italiano Francisco Mandaradoni o el personal diplomático y local de la propia embajada y familiares como Daniel Carmon, actual embajador de Israel en la India que perdió a su esposa en el atentado? ¿Todos acordaron en desarmar el único escenario, símbolo de reclamo en la calle Arroyo ?
¿Qué opinan sobrevivientes o familiares, como el inconmensurable Carlos Susevich, que el domingo cumplirá 94 años?
¿Qué opinarán los embajadores anteriores, Itzjak Shefi, Rafael Eldad, Itzjak Avirán, Benjamín Orón, Dorit Shavit y Daniel Gazit de la decisión promovida o aceptada por su sucesor, Ilan Sztulman? Todos ellos han levantado la voz año tras año reclamando justicia y el esclarecimiento del atentado cada 17 de marzo en el predio de la calle Arroyo, sin que les temblara el pulso.
A alguien se le ocurriría rendir homenaje a las víctimas de las Torres Gemelas un 11-S en otro lugar que no fuera el Ground Zero?
Al respecto, cabe recordar que en las postrimerías del kirchnerismo surgió la idea de concentrar el recuerdo y los reclamos por ambos atentados en la ex ESMA (igual que ahora), pero tanto víctimas como dirigentes comunitarios y sus bases reaccionaron casi unánimemente como fieras para oponerse y el proyecto quedó en la nada… hasta ahora.
También cabe preguntarse si esto es el principio y ocurrirá lo mismo con el “acto central” por el atentado a la AMIA, dentro de cuatro meses, y si la mutual y la DAIA, lo aceptarían.
El presidente Shimon Peres y hasta el propio Netanyahu se hicieron un tiempo para conocer la Plaza Seca y rendir honores a los caídos y sus familiares, en el único lugar donde corresponde hacerlo …pero este año no habrá reclamos en el emblemático lugar donde ocurrió el atentado.
Recién el martes a última hora, desde la oficina de prensa de la embajada informaron los aspectos administrativos para la acreditación de la prensa y aclararon: "A partir de la reciente sanción de la ley 27.417 que establece cada 17 de marzo como el “Día de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Atentado a la Embajada de Israel”, los familiares y sobrevivientes entendieron que este hecho, que ha afectado a la sociedad argentina en su conjunto, merecía ser evocado en un sitio capaz de dar cuenta de esa universalidad.
Sin duda este comunicado pretende confundir a la gente y no dice toda la verdad, solo algunos de los familiares y sobrevivientes acuerdan con el acto que se realizará en el Archivo General de la Memoria y varios de ellos ya expresaron que "no van a asistir porque ese lugar no los representa". Pero la gran omisión de este texto enviado desde la Embajada de Israel es que los familiares prácticamente en su mayoría no acuerdan con la decisión de suspender el acto central en la calle Arroyo y ya decidieron no asistir al acto convocado en la ex ESMA. Algunos fueron más allá y aseguraron que se les informó con la decisión tomada y sin ninguna consulta previa.
Por lo pronto, y nuevamente a diferencia de los adultos, los jóvenes mantienen su coherencia y compromiso y harán su homenaje en la víspera del acto central, el jueves 15 de marzo, a las 19.30 hs. en la plaza Embajada de Israel; para el público en general, ésa será la única posibilidad de rendirle tributo a los muertos. Algunos familiares y dirigentes adelantaron que asistirán dando el verdadero homenaje y reclamo en la calle Arroyo.
En fin, hay demasiadas personas que deben dar explicaciones, aunque parezca utópico que vayan a convencer a alguien…