Itongadol.- Una facción del Ejército turco asegura que tiene el control del país después de que haya tomado la televisión pública, el aeropuerto internacional Ataturk, infraestructuras básicas como los puentes sobre el Bósforo y el palacio presidencial. Sería un golpe de Estado en toda regla, como admitió el propio primer ministro, Binali Yildirim, en una comunicación en la que aseguró que se trata de un "grupo perteneciente a los militares". Los golpistas han tomado como rehén al jefe del Estado mayor, Hulusi Akar. Aunque las autoridades llaman a la calma y aseguran que mantienen el control, lo cierto es que el Parlamento está rodeado de tanques y se están escuchando disparos en los alrededores del aeropuerto. A través de la televisión local, los militares han anunciado que se ha impuesto la ley marcial y el toque de queda. Mientras tanto, fuentes presidenciales contradicen estas palabras al asegurar, casi al mismo tiempo, que el presidente Erdogan y el Gobierno continúan en el poder.
462
En un comunicado oficial, dicen que se trata de un "ataque contra la democracia turca" y que la declaración de golpe de Estado "no ha sido autorizada por el comando militar", para dejar claro que la cúpula militar no apoya la rebelión. Por su parte, el primer ministro, Binali Yildirim, ha publicado en su cuenta de Twitter un mensaje en el que pide a la población que mantenga la calma. En una comunicación pública, el presidente Erdogan ha pedido a los turcos que salgan a la calle para responder al golpe de Estado, aunque ha asegurado que va a terminar en breve. "Insto a nuestra gente, a todo el mundo, a que llene las plazas del país para darle (al Ejército) la respuesta necesaria", ha manifestado Erdogan en declaraciones por teléfono a la emisora CNNTürk. "Este golpe de Estado nunca tendrá éxito. Tarde o temprano será eliminado. Voy a volver a Ankara", ha agregado el presidente, quien se encuentra de vacaciones fuera de la capital."Van a recibir la respuesta de la nación y van a pagar un alto precio por actuar contra la nación. No les vamos a ceder el campo. Pronto vamos a eliminar esto", ha asegurado Erdogan, cuyo país es un miembro clave de la OTAN."Yo soy el comandante en jefe. Sin mi información el ejército no puede hacer nada. He oído que el jefe de Estado Mayor está detenido. Sin embargo, no sé hasta qué punto esto es verdad", ha reconocido el presidente. Movimientos inesperados de tropasUnos inesperados movimientos de tropas en Ankara y el paso rasante de aviones militares sobre la capital crearon a media tarde preocupación entre la población de la capital de Turquía. Más tarde, el primer ministro turco, Binali Yildirim confirmó un "intento de golpe de Estado" por parte de "un grupo de ejército turco", y añadió, de forma tajante: "No lo vamos a permitir". Erdogan, en el poder desde 2003, primero como primer ministro y desde 2014 como presidente, se encuentra en la localidad turística de Bodrum. El alcalde de Ankara pidió a sus conciudadanos, a través de las redes sociales, que salieran a las calles para protestar contra el golpe. Los militares han emitido un comunicado en el que aseguran que han tomado el poder para proteger el orden democrático y mantener los derechos humanos en Turquía. Han añadido que se mantendrán todas las relaciones exteriores del país y la ley será la prioridad. "No permitiremos que el orden público se altere en Turquía. Se impone un toque de queda en el país hasta nueva orden", señala el comunicado del Ejército, firmado por el "Consejo de la paz en el país" que afirma haber "tomado el control".Según declararon algunos testigos a Efe, en la capital se escucharon incluso disparos cerca del cuartel del Estado Mayor. Además, varios militares han confiscado las armas de los policías que guardan el palacio presidencial. Los militares han tomado con tanques la televisión pública y el aeropuerto internacional Ataturk. Las redes sociales no funcionan y las líneas telefónicas empiezan a fallar.
Por otra parte, unidades militares cerraron completamente al tráfico las dos puentes de Estambul que comunican la parte europea de la ciudad con la parte asiática.
Reacciones internacionalesRusia ha llamado a evitar un derramamiento de sangre en Turquía y a solucionar los problemas en el marco constitucional tras el golpe de Estado protagonizado por el Ejército de ese país. "Por supuesto, nosotros partimos de que es necesario evitar cualquier enfrentamiento sangriento y solucionar todos los problemas que surgen en cada país exclusivamente en el marco constitucional", ha dicho Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, en rueda de prensa conjunta con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry.Lavrov, que ha mantenido negociaciones maratonianas sobre Siria con Kerry, ha admitido que iba conociendo lo que ocurría en Turquía "en tiempo real". Precisamente, Rusia normalizó recientemente las relaciones con Turquía después de que ese país pidiera perdón por el derribo a finales del pasado año de un caza ruso en la frontera con Siria, incidente en el que murieron dos soldados rusos.La responsable de política exterior de la UE, Federica Mogherini, ha explicado que está en contacto permanente con la delegación en Ankara y ha pedido "calma" y "respeto por las instituciones democráticas". Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, ha apelado a la calma y ha explicado que la ONU está tratando de clarificar la situación.Antes de la confirmación de la asonada, personal diplomático de Naciones Unidas destacado en el país recibió mensajes de la organización pidiendo que se queden en casa o en los hoteles por un "golpe de Estado en curso". Turquía ha sufrido cuarto golpes de Estado. El último, en 1997, no sangriento, que precipitó el fin del gobierno del islamista Necmettin Erbakan.Turquía, miembro de la OTAN y con uno de los Ejércitos más poderosos de la Alianza Atlántica, es uno de los principales aliados de EEUU en la lucha contra el ISIS. Además, es uno de los oponentes más significados del presidente sirio Bashar Al Asad y alberga en su territorio a dos millones de refugiados sirios.