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Israel.El Museo Bíblico de Historia Natural ofrece entretenimiento educativo y divertido en un Jardín del Edén moderno

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Itongadol/AJN.- Natan Slifkin, fundador y director del Museo Biblico de Historia Natural inauguró una iniciativa de entretenimiento educativo – que es parte museo y parte zoológico –para inspirar a otros a saber más sobre el reino animal en los tiempos bíblicos.

"Es una experiencia completamente única donde los visitantes ven un costado de la Biblia e Israel que no conocían. Por lo general, la Biblia se relaciona con los rituales y no cómo se relaciona con hienas, camaleones y cocodrilos", dijo Slifkin, que hizo su tesis doctoral sobre los encuentros rabínicos con la zoología. "Aquí se llega a interactuar con animales exóticos de la Biblia".

En 2014, el Museo Bíblico de Historia Natural abrió sus puertas en un almacén de alquiler temporario en la zona industrial del norte de la ciudad de Beit Shemesh, a 30 kilómetros al oeste de Jerusalem. En su primer año, el museo contó con 10.000 visitantes.

“El Museo Bíblico de Historia Natural es el único de su tipo”,expresó Slifkin, quien dirigió una serie de programas educativos en los parques zoológicos y museos de historia natural en todo el mundo.

Los visitantes deben realizar una visita guiada (en Inglés o hebreo) por el Museo Bíblico de Historia Natural. La visita de 75 minutos comienza en un salón de actos con una película de presentación que explica la idea detrás de la historia natural bíblica.

Desde el auditorio, los visitantes se trasladan a la sala principal de exposiciones de experiencia directa con taxidermia, craneos y huesos viejos.

"La gente se sorprende al encontrarse cara a cara con estos animales y darse cuenta de que estos animales solían estar por todo el territorio de Israel. Este es un país que solía tener leones y guepardos, hipopótamos y cocodrilos",explicó.

También hay una gran variedad de reptiles vivos en espera de ser tocados y acariciados.

El recorrido termina en un zoológico de mascotas, donde los visitantes grandes y pequeños pueden jugar con los conejos, gallinas y una tortuga gigante.

Le llevó 15 años a Slifkin reunir los especímenes de la colección inicial en el Museo Bíblico de Historia Natural, y más que se están agregando todo el tiempo.

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