Itongadol/AJN.- Melba Landa de 97 años se convirtió en la persona más grande en hacer aliá este 2015. Nació en Odessa, en la ahora Ucrania, y actualmente vive con su hijo y nuera en Haifa.
Según las cifras publicados este martes por el Ministerio de Inmigración y Absorción y la Agencia Judía, la aliá este 2015 fue de 30.000 personas, el número más elevado de la última década. Contrario a Landa, la persona más joven en hacer aliá fue Tamar Belmaker, un bebé de cinco meses que llegó junto a su familia de los Estados Unidos en septiembre.
Landa llegó a Israel desde Moscú, Rusia. Es geóloga y dedicó su vida a luchar por los derechos de los judíos de la ex Unión Soviética. Debido a su actividad se enfrentó a un juicio y debió permanecer en el exilio durante largos períodos de tiempo.
En 1975, al comienzo de la lucha por el derecho de los judios soviéticos para hacer aliá, Landa comenzó a trabajar en la aplicación de los Acuerdos de Helsinki, firmados por Occidente y el bloque comunista con el propósito de proteger los derechos humanos.
Alexei Garmanov, el único hijo de Landa, dijo que su madre actuó a sabiendas de que el régimen comunista soviético fue incapaz de proteger los derechos humanos, y por lo tanto considera que su papel para comprobar no sólo el cumplimiento de las disposiciones de los Acuerdos de Helsinki, sino también para exponer el historial de derechos humanos del régimen abominable.
Por sus acciones en contra de las autoridades y la KGB, Landa se enfrentó a dos juicios políticos y fue enviada al exilio en las regiones remotas de la Unión Soviética durante varios años. Después de su regreso continuó sus actividades en apoyo de los derechos humanos y derechos de las minorías.
Alexéi señaló que en los últimos años su madre prefirió quedarse en Rusia a pesar de ser aprobada para hacer aliá a fin de poder continuar su lucha. Landa sufrió un ataque cardíaco hace unos años, tiene dificultad para hablar y rara vez sale de su casa.