Itongadol/AJN.- La familia Gerwitz decidió pasar unos días de vacaciones en la vecina Jordania, pero al llegar al cruce de Aravá los soldados jordanos a cargo del puesto de control fronterizo les informaron que “está prohibido ingresar objetos judíos”, en referencia a que el padre y los hijos varones llevaban el tradicional solideo sobre sus cabezas.
Los soldados jordanos explicaron estos dichos alegando que en realidad se preocupaban por la seguridad de la familia israelí. En un post publicado en su página de Facebook, Tamar Gerwitz – madre de la familia – explicó que esos argumentos no lograron convencerla.
"Prometimos que pondríamos los solideos dentro del bolso durante todo el paseo (algo que de todos modos pensaban hacer, para preservar la seguridad de la familia), y el conductor jordano que nos iba a llevar se comprometió a que quedarían dentro del taxi. Pero los oficiales insistieron con que no se puede ingresar ´objetos judíos´ en el país”. “Parece ser que un solideo guardado en un bolso es un gran peligro para la paz de Medio Oriente”, escribió Tamar.
Mientras los miembros de la familia intentaban decidir qué hacer, los policías trajeron detenido a un muchacho israelí que había entrado a Jordania con sus “Tefilín”(Filacterias). “Entonces nos quedó claro que los jordanos no quieren judíos”, continuó Tamar.
Tamar también explicó por qué la familia decidió finalmente no entrar en Jordania. "Nosotros no golpeamos la cabeza contra la pared, no tenemos ningún problema con una gorra en lugar de solideo, pero tenemos dignidad y queremos educar a nuestros hijos. Así que, con todo el dolor y la decepción, nos dimos vuelta y regresamos a Israel", relató Tamar en su post.
Después de la experiencia con los guardias fronterizos de Jordania, consultó en el lado israelí de la frontera, y se sorprendió al escuchar muchas historias similares.
"Cuando volvimos escuchamos historias espeluznantes, de israelíes que se vieron obligados a regresar por una variedad de razones ridiculizan, como la apariencia judía, o por no haber venido acompañados por un guía de turismo, o simplemente porque el oficial de turno les dijo que sentía que ellos provocarían problemas”, relató Tamar.
“Ahórrese la humillación y la pérdida de mucho dinero (el hotel y el chofer no les devolverán el dinero que se paga por adelantado, ni tampoco el impuesto por tránsito que se paga por entrar unos metros dentro de Jordania) y viajen a un país que los respete ", recomendó la protagonista del incidente.