Itongadol/AJN.- “No puedo evitar sentirme contento por Ezra: sé que está bien ahora, nosotros somos los que tenemos dolor”, aseguró ayer, domingo, entre llantos, Ari Schwatz en el entierro de su hijo, asesinado en un ataque terrorista en el cruce de Gush Etzion el 19 de noviembre, en el cementerio de su natal Sharon, en Massachusetts, Estados Unidos, ante un centenar de personas.
El adolescente norteamericano era muy popular -se destacaba en béisbol, podía recitar fragmentos de los libros de Harry Potter y tenía un peculiar sentido del humor-.
“Sé lo que deseaba estar en Israel este año (en una ieshivá) antes de entrar al Instituto (Rutgers); no nos arrepentimos: Ezra tuvo una vida maravillosa y murió feliz, esto es más importante para nosotros que cualquier otra cosa”, prosiguió.