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Itongadol/AJN.- El ministro de Defensa de Israel, Moshe Ya’alon, dijo que el desacuerdo entre Israel y Estados Unidos sobre el asunto de Irán proviene del hecho de que Jerusalem lo ve como un problema regional, mientras que en Washington lo consideran una solución.
Hablando con periodista durante una conferencia de prensa en su oficina de Tel Aviv, Ya’alon expresó: “Estados Unidos tiene una narrativa que no compro”. También agregó que el principal desacuerdo era sobre si Irán era un problema o una solución.
Según él, Israel y Estados Unidos no estuvieron de acuerdo en elegir entre continuar con un acuerdo en esta etapa o aumentar la presión sobre los iraníes. “Dijimos que aumentar la tensión llevaría al régimen iraní a un dilema: la bomba o la supervivencia. Pero el modo en el que se llevaron a cabo las negociaciones permitió que ellos evitaran ese dilema. Porque fue por un lado en el que todavía nos encontramos divididos”, resaltó.
El ministro de Defensa agregó que Israel no cree que un ataque inmediato contra Irán sea el mejor curso de acción, sino que aumentar la presión sobre el régimen de Teherán debería ser la máxima prioridad. “Esta presión es la que los llevó a conversar con América. Pero hoy en día no hay ninguna amenaza militar sobre Irán, ningún aislamiento diplomático, y ha habido más conversaciones sobre aliviar las presiones económicas desde que se firmó un acuerdo interino. Por todas esas razones Irán no teme que haya un levantamiento interno. El asunto fue decidido en Occidente en contra de los deseos de Israel”, agregó.
Ya’alon destacó que Irán y las potencias mundiales no se están dirigiendo a un quiebre y que llegarán a un acuerdo en un futuro cercano, incluso si no logran hacerlo para el 30 de junio. Según él, el acuerdo emergente no es bueno y solo aumentará el peligro que presenta Irán, informó el medio israelí Haartez.
“El acuerdo creará una realidad en la que Irán es un Estado nuclear, incluso si se congelan por diez años ciertas partes de su programa nuclear”, dijo. Además puntualizó que Israel está preocupado por numerosos temas para los que los posibles acuerdos no ofrecen ninguna solución clara, entre los que se destacan los aspectos militares del programa nuclear iraní.