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Itongadol/AJN.- Según los investigadores del Instituto de Tecnología Techion-Israel de Haifa, es posible volver a sincronizar los latidos de corazón irregulares usando rayos de luz en vez de un marcapasos. Sus descubrimientos fueron publicados en la revista Nature Biotechnology (Biotecnología Natural) esta semana.
El estudio fue liderado por el profesor Lior Gepstein de la Facultad Médica Rappaport de Technion, quien también es jefe de cardiología en el Centro Médico Rambam, informó el medio israelí No Camels.
El equipo de Haifa dijo que las irregularidades, las cuales involucran a la conducta eléctrica del corazón, pueden llevar a una desaceleración significativa y a una falta de sincronización en la contracción de los músculos de las cuatro cámaras del corazón.
Como esta condición tiene implicaciones negativas como debilidad, mareos, desmayos, empeoramiento de la suficiencia cardíaca e incluso riesgos de muerte, a través de los años se han desarrollado varias técnicas para la intervención artificial del latido del corazón. Los medios más aceptables es la implantación de un marcapasos eléctrico que corrige la arritmia usando electrodos insertados en partes del corazón.
Pero hay muchas limitaciones, como tener que efectuar un procedimiento invasivo para poner el dispositivo, el riesgo de infección, el límite del número de cables eléctricos que están conectados con el corazón y su locación, la baja en la función cardíaca debido a un cambio en el patrón de activación eléctrica y problemas significativos en e implantar marcapasos en niños.
En el artículo de los científicos israelíes se discute un acercamiento ontogenético, el cual se basa en el uso de proteínas sensibles a la luz, como el canal de iones llamado ChR2 que se obtiene de las algas marinas y que no se encuentra naturalmente en el cuerpo. Estas es usan para activar o suprimir la actividad eléctrica de células excitables como las neuronas o las células musculares luego de que fueron expuestas a la luz.
En el experimento, los científicos enfocaron una luz azul hacia la región del corazón que expresa la proteína ChR2. Luego mostraron la habilidad de reparar el latido del corazón al encender el tejido del corazón en una frecuencia variable.