Itongadol/AJN.- VER VIDEO CLIC AQUI El Directorio de IRSA Propiedades Comerciales agasajó ayer, lunes, en el salón de actos de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, a ahorristas de la cooperativa El Hogar Obrero que, 20 años después, completaron el canje de sus acciones de SAMAP (Sociedad Anónima Mercado Abasto Proveedor) por papeles de APSA (Alto Palermo Centros Comerciales SA).
Cuando El Hogar Obrero se fundió, a sus socios se les dieron bonos que debían canjear, pero algunos no lo hicieron y ya se les vencieron, pese a lo cual IRSA los busca para entregarles el porcentaje accionario que les corresponde.
“Cuando alguien pierde algo es una mitzvá (precepto judío) y un acto de bien devolvérselo más allá de la ley (esos activos prescribieron) y del paso del tiempo; esta gente tomó un riesgo con nosotros, a la compañía le fue bien y darles sus acciones es cerrar un ciclo”, explicó el presidente del Directorio del grupo IRSA, Eduardo Elsztain (a la izquierda en la foto), a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
“Fue muy lindo que haya participado gente que hace 20 años recibió un activo y se olvidó; la propiedad de las acciones es de cada una de las personas que están aquí y de algunas que todavía no hemos encontrado”, enfatizó.
“Esto es una muestra de que hay muchas cosas valiosas en esta sociedad y me siento contento de presidir una compañía que defiende estos valores”, finalizó el titular de IRSA.
En tanto, Adelmo Gabbi (a la derecha en la foto), presidente de la Bolsa de Comercio, destacó, en diálogo con AJN, que “ésta es una demostración de honestidad -en un país donde no abunda- de un grupo empresario argentino que honra su tradición y ha demostrado que no todo está perdido”, sino que “es el punto de inicio de la especie de paraíso que aquellos inmigrantes italianos, españoles y polacos, católicos o judíos, pensaron para sus hijos y nietos”.
“Este acto fue inmenso porque llevo 51 años de inversor bursátil y nunca había visto esto, ni escuchado lo que dijo Elsztain: que si a alguien se le cae dinero, lo debemos recoger y devolver; es maravilloso”, concluyó.
Previamente, en el evento que contó con la presencia de Rubén Zeida, presidente de El Hogar Obrero (en el centro de la foto), directivos del mismo, de IRSA y de la Bolsa y ex ahorristas, Elsztain contó la historia de esa cooperativa y de su involucramiento en el tema.
“Empecé de chico con negocios inmobiliarios, comprando cosas chicas, y al primero que convencí para invertir fue un gran operador de Bolsa, mi gran mentor, Peter Grauer”, a quien “una de las propiedades que le mostré en el ’80 fue el Abasto”, pero “nos pidieron una fortuna: más de 10 millones de dólares”, relató.
“Entrar al mercado abandonado era soñar con el desarrollo del edificio más importante de la ciudad por sus espacios y alturas; luego se vendió y finalmente, en el ’91, se puso a remate a 40 millones”, así que “invitamos a todos los tenedores de la deuda del TIP Hogar a que nos acompañasen en el riesgo y recuerdo que (el entonces dueño de Canal 9, Alejandro) Romay me cedió un minuto para grabar un mensaje para que canjeasen un título que valía un 5 por ciento por acciones del Abasto”, continuó el titular de IRSA.
“Fueron más de 10 mil personas”, pero otros “miles se olvidaron y no sabemos qué hicieron con eso”, precisó.
“Hace un año empezamos a debatir qué era lo correcto hacer con estas acciones, que habían quedado en un portafolio, no eran nuestras y habían prescrito”, habida cuenta que “hay una ley (judía) que dice que si alguien encuentra algo y sabe de quién es, tiene que ir y dárselo”, prosiguió Elsztain.
“Cuando empezamos (a buscar a los ahorristas) dijimos que era imposible encontrarlos y la gerencia de nuestra empresa lo tomó como un desafío, entonces le pedí a la secretaria de Presidencia, que logra cosas imposibles, que agarrase una lista cualquiera y me comunicase con algún teléfono; consiguió 10, me comunicó con uno y sin que supiera con quién estaba hablando le pedí el (número de) documento y era propietario de acciones, pero me dijo: ‘esa empresa ya desapareció’”, recordó.
“No corresponde marcar una ganancia con un riesgo no tomado, y el monto de dinero es muy importante: puede equivaler a 7 millones de dólares”, de modo que los beneficiarios -“ya logramos encontrar a cientos”- “decidirán si siguen siendo accionistas, compran dividendos o venden sus activos libremente”, informó el titular de IRSA, para quien “darles esto a sus dueños es hacer que nuestros sabios (del Pueblo de Israel) estén contentos en el cielo”.
Emotiva historia sobre una ahorrista centenaria
“Mi madre había hecho el ahorro y en su momento lo cambió por los TIP Hogar, pero como ya era una persona mayor, me mandó a hacer los trámites para depositar el dinero en un banco municipal; después de 20 años, con tantas cosas que pasaron en la vida, no nos alcanzaba (la plata) para pagar el geriátrico de mi mamá, que hoy tiene 100, y de golpe vi por debajo de la puerta la carta de IRSA”, reseñó María Cristina Marante.
“No entendía qué pasaba, pero nos pusimos en contacto, averiguamos qué era y fue una cosa maravillosa porque no solamente hablamos de la honestidad de esta gente, sino que me permitieron sentir a D’s: le estaba dando a mi mamá lo que ella había puesto y canjeado hace 20 años”, se emocionó.