Itongadol/AJN.- El presidente de Israel, Reuven Rivlin, se dirigió hoy a los reclamos de racismo y políticas brutales contra la comunidad etíope del país luego que se llevaran a cabo dos manifestaciones, las cuales se convirtieron en violentas y terminaron en motines y choques con la policía.
Rivlin dijo que Israel debe mirar la “herida abierta y sangrienta” de las protestas de Tel Aviv y Jerusalem. Sus comentarios se hicieron durante un encuentro con los líderes locales de la comunidad ultraortodoxa del país. “No puedo ignorar las imágenes perturbadoras que vimos anoche y el sábado a la tarde. No podemos ignorar el dolor, la angustia y la ira expresada por los israelíes de origen etíope, la mayoría de los cuales nació y se crió aquí”, dijo.
“Los manifestantes de Jerusalem y Tel Aviv revelaron una herida abierta y sangrienta en el corazón de la sociedad israelí. Esta es la herida de una comunidad que suena la alarma ante lo que siente como discriminación, racismo o ignorancia ante sus necesidades. Debemos tomar una buena mirada a esta herida. Hemos errado. Hemos fallado en ver y escuchar lo suficiente. Entre los que protestan en las calles se encuentran lo mejor de nuestros chicos y chicas, estudiantes excelentes y ex soldados. Debemos darles respuestas”, remarcó.
También hoy, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se encontró con un soldado que fue atacado por un oficial de inmigración, lo que llevó a la reciente ronda de manifestaciones.
Las protestas de ayer terminaron en violencia y, según la policía, 43 personas fueron arrestadas. Además, un 50% de los oficiales de policía fueron heridos y uno obtuvo una herida moderada. Los paramédicos trataron a 12 personas heridas en los choques.
Rivlin se refirió a la protesta y dijo que “es una parte vital de la democracia, pero la violencia no es la respuesta ni la solución”, informó el medio israelí Haaretz.
En referencia a los reclamos de que la manifestación fue predominantemente no violenta, pero se deterioró debido a lo que la policía llamó “incitadores”, el presidente israelí remarcó que ambas partes “mantuvieron la calma durante la movilización, y no hay que dejar que un pequeño grupo incite la violencia y los motines, y silencie una protesta legítima”.
La violencia de anoche fue la segunda protesta en varios días y se espera que continúen las manifestaciones.