Itongadol.- “Sin lugar a dudas es un juego político: una oposición que está pretendiendo algunas explicaciones y una mayoría que no está concurriendo para hacer quórum”, pero “con el antisemitismo que hay, ¿era momento de pelearnos?, ¿hay que leer todas estas notas y solicitadas que están saliendo, son ‘levantadas’ en Facebook y cada uno tiene decenas de amigos que pueden ser o no judíos?, ¿a qué conduce todo esto?”, se preguntó el secretario general de la AMIA, Mario Sobol (primero desde la derecha en la foto), en referencia a la interna comunitaria que afecta a la entidad y que volvió a ponerse en evidencia el martes de la semana pasada, con otra Asamblea Extraordinaria de Representantes de Asociados fallida por no reunir el mínimo indispensable para sesionar.
“Esto en nada perjudica a la conducción, sino la imagen del judaísmo”, aseguró.
“Todo el mundo puede solicitar saber lo que pasa, pero hay formas de hacerlo; hace muchos años que estoy en esto y la amenaza no corresponde, pero son estilos…”, agregó el dirigente en alusión a Jorge Slabodsky, representante de Acción Plural Comunitaria.
“No hay otra forma que sentarse a hablar, somos seres humanos; mi intención fue hacerlo, pero me empezaron a ofender y todo tiene un límite: no me iba a pelear con gente que conozco hace 20 ó 30 años, con la cual recorrí todo un camino, así que agarré y me fui”, argumentó.
“En este trayecto político he perdido cualquier cantidad de amigos, ¿para qué? ¿Qué es lo que se está jugando?”, reflexionó Sobol.
“Cada uno de los que está protestando estuvo alguna vez en la conducción y sabe que fue una práctica de toda la historia que se levantaba la mano, se decidía y la persona que se quejaba seguía hablando mientras todo el mundo se iba, y siempre se terminaba charlando con todos”, recordó.
“Teníamos preparada la asamblea: yo tenía información sobre socios y un informe del abogado sobre (la demanda iniciada por el ex gran rabino Shlomó) Benhamú, pero no me dieron la oportunidad” de explicarlo, se quejó el secretario general de la AMIA.
Sobre este último punto “hay un fantasma, pero no podemos dar información sobre algo que no sabemos lo que va a pasar: el juicio laboral se inició, el viernes tuvimos otra reunión conciliatoria y creo que vamos a terminar arreglando en buen término, no como declararon que ponemos en riesgo la AMIA”, refutó, antes de aseverar que “son esas declaraciones las que ponen en riesgo la reputación” de la entidad.
“Me preocupa que estemos tanto tiempo dedicados a este litigio; no tiene sentido porque todos queremos lo mismo”, matizó Sobol.
“No creo que quien nos amenazó con ir al INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) tenga mala intención, pero (Slabodsky) lo dijo y por qué tenía que llegar a amenazar; fue una situación horrible y mi gente se quedó mal”, lamentó.
Asimismo, “nada tiene de malo que un socio pague por otros; la cuota está bastante bien y justo hoy, alguien de la Secretaría de Socios me mostró que ingresaron 35 nuevos”, de modo que “se está trabajando y no está todo tan bien, ni tan mal”, refirió el secretario general de la AMIA acerca del otro tema conflictivo.
“Me llama la atención que gente de la conducción y la oposición son amigos y van a fiestas juntos, pero no lo pueden arreglar y en el RAT parece como que nadie se conoce”, puntualizó.
“Hablé personalmente con el presidente de Plural JAI (Elías Sporn) y le dije que vengan cuando quieran y nos ayuden en la conducción, que las puertas de mi oficina siempre están abiertas”, contó Sobol.
“La intención fue formar un gobierno ‘de pared a pared’ y fueron convocados todos los factores, pero pasado el tiempo estamos en esta situación hace más de un año y absolutamente nada se pudo conformar, e inclusive todavía hay libre una vocalía en la Comisión Directiva que le corresponde a Acción Plural”, destacó.
“Sé que hubo reuniones, pero no entiendo por qué no pueden llegar a un acuerdo”, finalizó el secretario general de la AMIA.