Itongadol/AJN.- Carolina Bentolila, la presidenta de la kehilá de Rafaela, Santa Fe, describió a la Agencia Judía de Noticias (AJN) las principales características de la comunidad, que está compuesta por aproximadamente 30 familias que celebran el shabat una vez por mes, ya que no cuentan con un templo propio.
La presidenta de la comunidad judía de Rafaela, Carolina Bentolila, contó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que su kehilá “es pequeña, de aproximadamente 30 familias” y que pudieron “recién el año pasado tener un lugar de reunión”.
La comunidad santafesina se creó en 1994. En esa época alquilaban un lugar pero les aumentaban sin parar el precio y la gente que participaba fue disminuyendo, tuvieron que dejar de rentarlo. Pasaros varios años sin un lugar físico y el año pasado un socio donó el centro en donde pudieron establecerse.
“Colegio no tenemos pero realizamos actividades educativas en la sede con alrededor de diez niños. Templo tampoco tenemos. Una vez por mes nos juntamos y celebramos el shabat y para las festividades hacemos una cena o almuerzo y alguna actividad interesante”, detalló Bentolila.
La edad promedio de la kehilá varía entre los 30 y 50 años. Hay tres o cuatro adolescentes pero lamentablemente, según comentó la presidenta de la comunidad, no se involucran con las actividades.
“No hay clubes, sólo realizamos actividades en la sede, las comidas y la gente varía, en una actividad puede haber de cinco a diez personas y en las comidas entre 40 y 60”, especificó Bentolila a AJN.
“La relación con el resto de la sociedad es muy buena y hay diálogo interreligioso. Hay una asociación ecuménica de la cual participamos cuando podemos. Además, la relación con el gobierno es excelente. Hay diálogo y nos invitan a participar en todas las actividades.”
En cuanto a los casos de antisemitismo, Bentolila consideró que “son muy aislados, nada alarmante, sólo ignorantes que molestan”.
Por último, la dirigente reflexionó: “Esta es una comunidad joven que está renaciendo ya que vino mucha gente de otros lugares a radicarse a la ciudad por trabajo y se unieron a nosotros. Como siempre no somos muchos los que trabajamos pero lo seguimos haciendo por el futuro de nuestros hijos, para que sepan sus orígenes”.