Itongadol/AJN.- Los líderes de Irán y de Turquía se ubicaron en los primeros lugares. El objetivo de la lista de este año fue "conseguir que la gente que tiene credenciales, ya sea un primer ministro o un líder supremo, no reciba pases gratuitos a causa de sus posiciones de poder”.
El Centro Simon Wiesenthal anunció el lunes que su lista Top – 10 2013 de insultos antisemitas y anti -israelíes, dando los dos primeros puestos a los dirigentes de Irán y Turquía.
La lista subrayó el fracaso de la comunidad internacional para enfrentar el antisemitismo contemporáneo con la cita de unidades patrocinadas por el estado para atacar judíos y a Israel, el papel de un funcionario de la ONU, los autores, académicos y grupos de la iglesia y las celebridades en avivar el odio al judío.
El centro, una organización internacional de derechos humanos más conocido por la lucha contra el antisemitismo moderno, encabezó la lista con el líder supremo iraní ayatolá Jamenei por sus "amenazas genocidas contra el Estado judío".
En noviembre, Jamenei describió a Israel como el "perro rabioso en la región", y añadió: "Sus dirigentes se ven como bestias y no pueden ser llamados humanos". Jamenei afirmó poco antes de las elecciones iraníes que "los sionistas" eran los verdaderos agentes de control de la Estados Unidos, una acusación con la que “puso al día el viejo rumor de una conspiración judía mundial", según el centro.
El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, obtuvo el segundo lugar en la lista por calificar a las acciones de los manifestantes turcos antigubernamentales en junio, que buscaban una mayor democracia, como “la diáspora judía". El centro Wiesenthal señaló que Erdogan había sugerido que Israel diseñó el derrocamiento del presidente islámico de Egipto, Mohamed Morsi.
En declaraciones al diario israelí The Jerusalem Post, el rabino Marvin Hier, decano y fundador del Centro Simon Wiesenthal, afirmó que el objetivo de la lista de este año fue "conseguir que la gente que tiene las credenciales, ya sea un primer ministro o un líder supremo, no reciba pases gratuitos a causa de sus posiciones de poder”.
"El resto del mundo no debería ser tan amable con ellos. No es correcto tener reuniones con el primer ministro de Turquía, cuando él es un fanático intolerante común", opinó Hier.