Itongadol.- El Centro de Educación Judía Menajem M. Tabacinic – Escuela Wolfsohn realizó la semana pasada su cena anual en los salones del Tatersall de Palermo, de la cual participaron padres, activistas de la escuela y matrimonios jóvenes.
Durante la cena se proyectó un video en el que se pudo observar el marco en el cual se brinda educación a los alumnos, cumplimentando el programa oficial como el judío en base a los más modernos y experimentados conceptos mediante los cuales ofrece una propuesta educativa que integra la excelencia académica con una sólida formación en los valores que hacen al ser judío.
Este centro educativo está estructurado en dos áreas: A) la denominada “Escuela de Infancia”, B) la escuela primaria. En ambas áreas la propuesta educativa se propone sembrar en los alumnos el amor por el judaísmo, trasmitiéndoles los conocimientos y las vivencias de la Torá, la cultura y la historia judía.
El director general del Centro de Educación Judía Menajem M. Tabacinic – Escuela Wolfsohn, Gustavo Dvoskin, se dirigió a los asistentes expresando: “Nosotros tenemos un lema que repetimos: hacer de cada niño lo mejor que cada niño pueda ser. Esto nos lleva a dos lugares importantes, el primero tiene que ver con el nivel académico; a veces confundimos calidad educativa con niveles académicos, que no son lo mismo. El nivel académico lo dan los alumnos, la calidad educativa tiene que ver con la institución. Los niveles académicos varían todos los años porque varían los niños. Lo importante es el esfuerzo de cada niño y la misión que nosotros tenemos es hacer de cada niño lo mejor que cada niño pueda ser, que está relacionado con el esfuerzo, con el trabajo, con lo cotidiano y muchísimo amor. Y esta definición de calidad educativa que tomamos como propia, como misión de la escuela está vinculada a la inclusión. Dvoskin destacó el buen clima de trabajo existente en la escuela, agradeció al rabino Tzví Grunblatt el haberle dado la oportunidad de dirigir la escuela y por el enorme esfuerzo que pone en la escuela nosotros y el estímulo que les brinda; también agradeció al personal docente, administrativo y de servicio por la colaboración que le prestan.
Las directoras de la escuela: Karina Bronfman de Hilú (área oficial), Esther Aidenbaum (Escuela de Infancia) y Sara Katche (área judaica) explicaron la manera en que se trabaja en la escuela y el rabino Mendy Gurevitch, uno de los rabinos de la institución, agradeció a las directoras, a Gustavo Dvoskin y todo el personal por el trabajo diario que realizan para luego referirse al “Ambiente comunitario y familiar que existe en Wolfsohn, no estoy hablando de las actividades que ofrecemos en la comunidad sino del amor y la dedicación que hay entre los chicos y las familias a la escuela, a la institución: Estoy hablando del grupo de ex alumnos que vienen cada semana a colaborar; del grupo de madres y padres que brindan su tiempo libre, a la institución. A todos, muchas gracias”.
Diego Fainzaig, en nombre de los padres de la escuela remarcó “El amor, en la escuela, se nota desde la puerta hasta el fondo de la última aula, como también la amistad que existe entre los padres, en la que todos nos sentimos cómodos. Esta es una escuela que hace hincapié en los valores del judaísmo y se enseña a los chicos a ser buenas personas. Creo que nuestros hijos, sienten el orgullo de ser judíos y lo expresan porque entienden que a partir de ahí se nutren para ser mejores personas”. Finalmente manifestó que el 98% de los egresados el último año ingresó a la escuela que quería, aprobando difíciles exámenes sin una preparación extra, lo que indica a su entender la calidad de la educación que se brinda.
Por último se dirigió a los presentes el director general de Jabad Lubavitch de Argentina, rabino Tzví Grunblatt, afirmando que “Esta es una fiesta porque estamos celebrando educar a nuestros hijos y que podemos hacer mejor para nuestros hijos. Tenemos que darles a nuestros hijos un manual de vida, es lo más importante, eso no se puede negociar, hay que buscar el mejor. En Wolfsohn lo que intentamos hacer es darles a los chicos un camino que les sirva para toda la vida”.
El acto fue conducido por Marcelo Acsebrud, padre de la escuela, y estuvo presente en representación del Vaad Hajinuj Hamerkazi (Consejo Central de Educación Judía) Gustavo Schteimberg.