Itongadol/AJN.- En medio del tradicional lejaim (brindis) que la DAIA realiza con motivo de Rosh Hashaná sonó un teléfono y fue sencillo reconocer al otro lado de la línea al sorpresivo interlocutor: el papa Francisco (foto) había llamado para saludar por el Año Nuevo Judío.
Cuando se le informó que su intervención era sumamente oportuna, ya que se encontraban en medio del festejo, un espontáneo pontífice le recomendó al centenar de dirigentes y funcionarios comunitarios de la entidad anfitriona y sus afiliadas: “No coman tanto y vayan al templo”, lo cual arrancó un agradecido y generalizado aplauso de los presentes.
“No se olviden de rezar por mí”, les pidió el papa Francisco después de desearles todo lo mejor para el nuevo año, en su breve pero significativo mensaje.