Itongadol.- El jefe negociador palestino, Saeb Erekat, reveló, en una entrevista con la radio A-Shams en árabe en Nazareth ayer, que la Autoridad Palestina no hubiese vuelto a la mesa de negociaciones con Israel si no hubiese recibido una carta de reaseguro de Estados Unidos, donde garantizaba sus principales precondiciones de las negociaciones.
El funcionario dijo que Estados Unidos había asegurado a la AP por escrito que las conversaciones reconocerían las fronteras indefendibles de 1967 como base del estado palestino que lidiarían con todos los asuntos principales, como Jerusalem, los refugiados, las fronteras, la seguridad y el agua, que se llevarían a cabo entre seis a nueve meses y que no se permitiría que haya ninguna solución interina antes de que se firme el acuerdo final. "Esto es un logro. No hubiésemos vuelto a la mesa de negociaciones sin un documento escrito que confirme estos puntos", agregó.
Por años, el presidente de la AP, Mahmoud Abbas, impuso precondiciones a las conversaciones con Israel, incluyendo la demanda de que el Estado Judío liberare a terroristas que estuvieron presos antes de 1993, congele la construcción en Judea y Samaria – después de rehusarse a ira la mesa de negociaciones cuando Israel congeló las construcciones en el 2010 – e incluso presente un mapa del futuro estado palestino antes de que cualquier tipo de negociación se lleve a cabo.
Antes de esta ronda de negociaciones, Israel aceptó liberar a 104 terroristas, pero rechazó las otras dos condiciones. Funcionarios israelíes han dicho que Abbas había aceptado abandonar la mayoría de sus precondiciones antes de que comenzase este nuevo round.
Erekat también dijo que los nuevos lineamientos de la Unión Europea, los cuales hacen un boicot a las entidades israelíes que operan más allá de la Línea Verde, fueron básicamente desarrollados por el grupo como parte de un acuerdo alcanzado con Europa para que la Autoridad Palestina vuelva a las negociaciones.
Él expresó que los palestinos están actualmente hablando con países Latinoamericanos, China, Rusia, Japón y la Unión Africana para que adopten medidas similares hacia las comunidades judías de Judea y Samaria.