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El presidente de Israel, Shimon Peres, pidió el miércoles que todas las partes involucradas en la disputa laboral de las enfermeras arreglen sus diferencias para el bienestar del público, según Radio del Ejército.
“No debemos dejar que la huelga de médicos y enfermeras siga más que un día debido a que no es un paro regular, sino un cierre de hospitales. Si estuviese en el gobierno diría que debemos aceptar el veredicto“, destacó Peres.
Las conversaciones entre ambos lados se reiniciaron hoy al medio día, después de que la Corte de Trabajo de Tel Aviv rechazara anoche el pedido del gobierno de lanzar órdenes de restricción contra 28.000 enfermeras que han estado aplicando sanciones a las instituciones de salud pública por los últimos nueve días. Estas medidas causaron serias disrupciones en los hospitales, clínicas de salud financiadas por la comunidad e instalaciones gubernamentales.
Las enfermeras dijeron que alivianarán sus sanciones laborales mañana y pasado, permitiendo que aquellos que trabajan en Clalit, la mayor fundación de salud, vuelva a trabajar, informó Radio del Ejército.
Durante la audiencia de ayer por la tarde, el juez Efrat Laxer pidió un receso para los representantes de ambos lados para que vayan a su oficina. Antes de la pausa ella criticó la conducta del Ministerio de Finanzas.
Laxer apuntó contra el consejero legal de la dirección impositiva del Tesoro, el abogado Kobi Amsalem, y le dijo: “Uno no puede estar casi embarazado. Están manteniendo negociaciones a pesar del hecho de que Jerusalem se está enfrentando a las elecciones. ¿Dónde está el límite?”.
Amsalem respondió que las negociaciones se mantuvieron con el objetivo de resolver el asunto a largo plazo, ya que “hay millones de shekels en juego”.