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Australia y Brasil convocaron a sus embajadores israelíes hoy para protestar contra la decisión de Israel de expandir los asentamientos judíos en el este de Jerusalem y Cisjordania, y retener impuestos de la Autoridad Palestina.
El movimiento siguió a acciones militares en Europa, incluyendo España, Francia, Gran Bretaña, Suecia y Dinamarca a la luz del reconocimiento del estado palestino en las Naciones Unidas.
“Australia se ha opuesto hace tiempo a la actividad de los asentamientos. Ésta amenaza la viabilidad de una solución de dos estados sin la cual nunca habrá seguridad en Israel”, dijo el ministro de relaciones exteriores Bob Carr en una declaración luego de que el embajador israelí Yuval Rotem se encontrara con funcionarios australianos.
Carr, cuco país tiene un asiento rotativo en el Consejo de Seguridad de la ONU el año que viene, dijo que las acciones de Israel habían complicado las posibilidades de negociaciones frescas entre ambos lados: “Estoy extremadamente decepcionado con estas decisiones israelíes”.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, retrocedió ayer debido a la presión internacional para reconsiderar los planes de construir 3.000 unidades de hogares en Jerusalem del Este y Cisjordania, e intensificar el planeamiento del controvertido sitio E1, diciendo que nadie debería esperar que Israel se quede sentado ante los pasos unilaterales palestinos en la ONU.
Mientras que un país europeo después del otro llamaron a sus embajadores israelíes para manifestarse en contra de los planes de asentamientos, una fuente de la Oficina del Primer Ministro lanzó una declaración en la que dijo que Israel “seguirá defendiendo sus intereses vitales incluso a la luz de la presión internacional”.
El funcionario dijo que no habría cambios en la decisión hecha el viernes para construir 3.000 nuevas unidades en los grandes bloques de asentamientos, y que Israel seguiría con su planeamiento del trabajo para el área E1 que vincula a Jerusalem con Ma’aleh Adumim al noreste de la capital.