Expresamos nuestro repudio, ante los sucesos de violencia, pérdidas fatales y ataques con misiles a la población civil de Israel, como así también nuestra solidaridad con nuestros hermanos en Medinat Israel.
Bregamos por el entendimiento entre palestinos e israelíes para que la tierra santificada por profetas y sabios, y legada a nuestros patriarcas, sea partida y repartida con el fin de que dos Estados independientes convivamos como hermanos en el reconocimiento recíproco, la seguridad y prosperidad de sus habitantes en la tradición fraternal de Itzjak e Ishmael, hijos del mismo Padre Abraham.
Sin embargo, no confundimos derechos de los pueblos israelíes y palestinos con los grupos terroristas como Hamas, ni con la represión y asesinato de civiles del régimen opresor de Siria o el financiamiento y apoyo al terror en Medio Oriente, como también en nuestro país, del régimen fundamentalista de Irán; que además de dejar de negar la Shoá debe entregar a los acusados de la voladura de la AMIA a la Justicia argentina.
Es por ello que no solo rezamos por paz, shalom, salam en Israel y en la región; sino que alertamos del peligro para el mundo, cuando no se detiene a tiempo a quienes practican, financian y sostienen como políticas de Estado, el uso del terror, el ataque con armas a poblaciones civiles y los atentados terroristas; desplegando una nueva forma de declarar una guerra que debe detenerse al reconocer que nada puede justificar matarnos unos a otros y negar así la santidad de la vida y la fraternidad de la familia humana.
En la bendición de la paz en nosotros, entre nosotros y entre quienes hoy pelean y esperamos puedan sentarse a la mesa del tratado para sellar una paz definitiva en el mundo y en la tierra de Sión, es de donde saldrá una nueva luz para todas los pueblos de la tierra.
Rabino Sergio Bergman
466