Israel se quejó hoy, martes, ante la Fuerza Observadora de Separación de las Naciones Unidas (en la foto, un puesto fronterizo del organismo), que opera en las Alturas del Golán, por la caída de varios proyectiles de mortero sirios en esa región, sin provocar heridos ni daños, en la primera ocasión en que la guerra civil allí imperante alcanza el Estado judío.
Si bien admitió que los mismos “estaban dirigidos a pueblos” del vecino país “forman parte del conflicto interno en curso”, el Ejército israelí advirtió que “no aceptará que se filtren a Israel los disparos procedentes de Siria”.
Israel ha preparado planes de contingencia ante la posibilidad de que la violencia en Siria alcance el territorio israelí y el miércoles pasado, el Ejército llevó a cabo un sorpresivo simulacro a gran escala en el Golán, como no se veía en muchos años.