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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, desestimó las acusaciones de que está creando una crisis con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, justo antes de las elecciones presidenciales del 6 de noviembre para influenciar el resultado a favor del candidato republicano Mitt Romney y dijo que “no tienen fundamentos”.
Netanyahu, en una entrevista de Año Nuevo Judío (Rosh Hashaná) con el medio israelí The Jerusalem Post, que se publicará este domingo, dijo que su pedido a Estados Unidos y la comunidad internacional de poner fronteras rojas a Irán no estaba conectado con la campaña política americana. “No tiene nada que ver con las elecciones estadounidenses debido a que al programa nuclear iraní no le importa el calendario político americano. Si los centrifugados paran milagrosamente, si dejan de preparar uranio enriquecido para hacer bombas nucleares, entonces supongo que no tendría que hablar del tema. Pero el programa nuclear iraní continúa y no le importa. Para mí es un tema de seguridad, no político”, dijo el primer ministro.
Netanyahu caracterizó su llamada telefónica del miércoles con Obama como una “buena conversación”. “Hablamos sobre nuestro objetivo en común de evitar que Irán desarrolle su programa de armas nucleares y nuestro deseo de coordinar nuestros esfuerzos de cerca”, relató.
Cuando se le preguntó si Obama se refirió a sus comentarios de que aquellos que no ponen líneas rojas a los iraníes no pueden poner líneas rojas a Israel, Netanyahu respondió que no iba a “entrar en detalles de la discusión”.
“Obviamente tengo mis visiones y no soy particularmente tímido al expresarlas cuando creo que las principales preocupaciones de seguridad de Israel están involucradas. Esta es mi responsabilidad como primer ministro del Estado Judío. Nos estamos enfrentando al mayor desafío de seguridad de todos los países de la tierra, y cuando siento que necesito hablar, lo hago”, dijo.