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Irán considera que cualquier plan para la solución del conflicto de Siria del enviado de la ONU y la Liga Árabe para ese país, Kofi Annan, debe contar con la aceptación del régimen de Damasco o fracasará, según dijo hoy el diputado iraní Alaedin Boruyerdi, informó la agencia local Fars.
Boruyerdi, jefe de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento de Teherán, dijo que ‘estaremos de acuerdo con cualquier plan presentado por Kofi Annan si el Gobierno sirio lo acepta’, en vísperas de la visita prevista a Teherán del ex secretario general de la ONU para hablar de la cuestión Siria.
Annan tiene previsto visitar el próximo 11 de abril Irán, uno de los pocos países de la zona que apoyan al régimen de Damasco del presidente Bachar al Asad, el principal aliado árabe de Teherán.
Damasco ha aceptado un plan de Annan para solucionar el conflicto de seis puntos, entre los que está la retirada de las tropas de Al Asad de las ciudades y el fin de las hostilidades antes del 10 de abril, mientras el régimen incrementaba sus ataques en los dos días pasados, en los que murieron más de 150 personas por la represión.
Ayer, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó la represión en Siria y advirtió a Damasco de que el plazo acordado para el cese total de hostilidades ‘no es una excusa para seguir con las masacres’.
Según datos de la ONU, desde el inicio de las protestas en Siria, a mediados de marzo de 2011, más de 9.000 personas han muerto por la violencia, mientras que más de 200.000 se han desplazado a otras zonas dentro del país y 30.000 se han refugiado en el extranjero.
Por otro lado, Boruyerdi aprovechó sus declaraciones para atacar de nuevo a Turquía, y señaló que la conferencia de los 83 países ‘Amigos de Siria’ celebrada en Estambul el pasado 1 de abril fue de los ‘enemigos de Siria’, que reconocieron al opositor Consejo Nacional Sirio (CNS) como ‘representante de todos los sirios’.
El diputado iraní advirtió al Gobierno turco de que su postura contra el régimen sirio, alineada con Estados Unidos y otros países, como Arabia Sadí, ‘dañará con seguridad los intereses de Ankara’.
Irán, que reprimió sangrientamente las protestas que siguieron a las denuncias de fraude en las elecciones presidenciales iraníes de 2009, ha apoyado las revoluciones y protestas surgidas en Túnez, Egipto, Libia, Yemen, Baréin, Jordania y Arabia Saudí, pero respalda firmemente al régimen de Al Asad, su principal aliado árabe.
Irán considera que el levantamiento contra el régimen de Damasco es obra de grupos ‘terroristas’ promovidos y armados por EEUU e Israel y apoyados por otros países, como Arabia Saudí.
Las autoridades de Teherán han insistido en que mantendrán su apoyo al régimen de Damasco, por su respaldo a ‘la línea de resistencia contra el régimen sionista (Israel)’, el principal enemigo de la República Islámica de Irán junto con EEUU.
Los grupos opositores sirios, que pretenden derrocar al Gobierno de Al Asad, han acusado a Irán de dar apoyo, con armas, personal y asesoramiento, a la represión llevada a cabo por el régimen de Damasco.
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