Los contactos se enmarcan en el plan de retirada de la franja de Gaza del primer ministro, Ariel Sharon –bloqueado por el momento por la oposición que ha suscitado en el seno de su propio partido–. El objetivo es garantizar que las fuerzas de seguridad palestinas pueden hacerse cargo de la seguridad de la franja de Gaza cuando Israel se retire.
Mubarak habló ayer por teléfono con Sharon y ambos protagonizaron un intercambio de cartas. Mubarak reiteró su apoyo al plan de separación unilateral y, según fuentes de la oficina de Sharon citadas por ‘Haaretz’, «subrayó su voluntad de hacerlo avanzar». Ambos decidieron crear un comité conjunto para «asuntos bilaterales» y Shalom fue invitado a El Cairo.
Egipto está intentando arrancar de israelíes y palestinos un acuerdo por el cual Arafat renuncie a sus poderes y a cambio pueda desplazarse desde Cisjordania –desde diciembre de 2001 está sitiado por Israel en su cuartel general de Ramalá– a Gaza y tener allí libertad de movimiento.
Las autoridades egipcias están convencidas de que la presencia de Arafat en Gaza ayudaría a mantener la seguridad tras la retirada israelí y su objetivo es que la seguridad de Gaza quede en manos de Mohamed Dahlan, que fue ministro delegado de Seguridad durante el Gobierno de Mahmud Abbas (Abú Mazen) el pasado verano.
En este sentido, ayer la agencia oficial egipcia Mena anunció que israelíes y palestinos habían aceptado sus propuestas para poner fin a la violencia y reanudar las conversaciones de paz. Según Mena, Egipto está dispuesto a desplegar entre 150 y 200 oficiales y expertos en Gaza para entrenar, durante seis meses, a una fuerza palestina de unos 30.000 hombres.
Según ‘Haaretz’, varios países europeos se han comprometido a apoyar esta iniciativa y a presionar a Arafat para que la acepte. No obstante, Sharon ha expresado claramente a Egipto sus reticencias a conceder a Arafat libertad de movimiento y sus dudas de que Arafat ceda realmente el poder.