Los restos de un autobús israelí, objeto en 2002 de un ataque por un kamikaze palestino en el que muriero 19 personas, fue expuesto hoy en una plaza de Oslo para sensibilizar sobre «los sufrimientos del pueblo israelí», según anunció la embajadora israelí en Noruega, Liora Herzl.
«Tengo el sentimiento de que Noruega no oye hablar de los sufrimientos infligidos a los civiles por estas acciones kamikaze. En general, esto no recibe ninguna atención», declaró la embajadora, citada por la agencia noruega NTB.
«¿Dónde está la compasión? Si se quiere ayudar, hay que ayudar a las dos partes. Lo que sale en los medios es a menudo lo que les pasa a los palestinos», añadió.
Noruega, que acogió en 1993 las primeras conversaciones de paz secretas entre israelíes y palestinos que desembocaron en los Acuerdos de Oslo, es regularmente acusada por Israel de parcialidad hacia los palestinos. «No se comprende el sufrimiento del pueblo israelí. No escuchamos una condena de los terroristas. Se trata de crímenes contra la Humanidad que no pueden ser tolerados», afirmó Herzl.
El chásis del autobús fue colocado en el medio de Youngstorget, una plaza central de la capital noruega en torno a la que se encuentran situadas la mayoría de las sedes de los partidos políticos. El autobús fue trasladado por la organización humanitaria israelí Zaka.
La iniciativa ha provocado reacciones, principalmente ante la principal organización sindical noruega, LO, cuya sede también da a la plaza y en la que se ha colgado una pancarta en la que se afirma que «la ocupación contribuye al terrorismo, no a la paz».