El presidente Shimon Peres aceptó, el miércoles, las cartas credenciales del nuevo embajador argentino en Israel, Carlos Faustino García.
En la ocasión dialogaron acerca de Irán y los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA, en 1992 y 1994, respectivamente, que provocaron un centenar de muertos y cientos de heridos, y que la Justicia argentina adjudica a la república islámica.
“Apreciamos la posición que tomaron y la voz clara con la que hablaron”, agradeció Peres.
El presidente y el embajador también dialogaron acerca de la economía de ambos países: García se refirió a la dura crisis que atravesó su nación hace una década, la cual demostró que era necesaria una red para proteger a los más necesitados.
Tras ello, ambos compitieron jocosamente acerca de cuál había sido peor, si ésta o la que le tocó enfrentar a Peres en 1984, cuando fue primer ministro por primera vez y la inflación superó el 400 por ciento.
Por otra parte, el presidente israelí se alegró de saber que comparte apellido con la esposa del embajador, claro que el de ella de soltera termina con “z”.
Al inicio de la conversación, Peres le expresó su preocupación por la salud de Cristina Fernández de Kirchner, quien estaba siendo operada en ese momento para extirparle un carcinoma de la tiroides, y le contó a García que le había enviado una carta a su colega, deseándole una pronta mejoría.
También le pidió que le transmitiera que estaban rezando por ella en Jerusalem.
El embajador argentino le contó que todo había sido muy repentino, ya que Fernández de Kirchner había ido a hacerse un chequeo de rutina hace poco más de una semana y el resultado fue más grave de lo esperado.
Sin embargo, el pronóstico médico es bueno, agregó el diplomático.
El presidente israelí recordó su último encuentro con la mandataria argentina, meses atrás en Venecia, cuando ella le anticipó que apoyaría el acuerdo de libre comercio entre Israel y el Mercosur, lo cual hizo tan pronto como regresó a casa, y el tratado fue oficialmente ratificado en agosto.
Peres también aceptó las cartas credenciales de los nuevos embajadores de los Países Bajos, Caspar Veldkamp; Austria, Franz Kuglitsch; y Eslovenia, Alenka Suhadolnik.
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