El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, junto al ministro de Defensa, Ehud Barak, y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Benny Gantz, participaron en el encendido de la primera vela de la festividad de Janucá junto con soldados de la base de la Brigada Territorial de Efraín, una semana después de que activistas de extrema derecha irrumpieron en el cuartel e hirieron al comandante de la brigada y un colaborador.
Netanyahu dijo a los militares de la Brigada que el incidente fue una mancha para el Estado de Derecho y los colonos, y como tal debe ser reparado.
“Este incidente mancha al Estado de Israel como una nación respetuosa de la ley", dijo Netanyahu, e instó a “unir fuerzas contra este fenómeno extremista y borrar esta mancha”.
Netanyahu cargó contra aquellos grupos que impulsan la política del “precio” contra los árabes y sostuvo que “no se puede aceptar el vandalismo de las mezquitas o dañar a los policías, soldados o gente inocente”.
“Esto no puede suceder, pero si sucede tenemos que actuar con plena autoridad en contra de los perpetradores", agregó.
El primer ministro agradeció al Ejército, que dijo que fue colocado en una situación difícil, teniendo que mantener la seguridad de la población, mientras se protege de los ataques.
El ministro de Defensa Ehud Barak también se refirió a los recientes acontecimientos, y dijo que "un pequeño grupo de extremistas está tratando de socavar la soberanía del Estado”.
"Actuaremos con todo nuestro poder para asegurar de que aún cuando el desacuerdo se permite ninguna persona levantara la mano contra un policía o un soldado."
Barak agregó que "una democracia necesita protegerse contra aquellos que quieren hacerle daño.
"El 99,9 por ciento de los pobladores son personas respetuosas de la ley”, aseveró.
En declaraciones consignadas por el portal de noticias Ynet, Barak dijo que considera el incidente como un acto de terror.
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