Funcionarios de EE.UU. recuperaron, el viernes pasado, un cuadro valioso el cual se cree que fue robado a sus propietarios judíos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Con una antigüedad de 473 años, "Cristo con la Cruz Arrastrado por un pícaro" había estado en exhibición en el Museo de Arte y Ciencia María Brogan, en Tallahassee, Florida, desde marzo.
A su vez, el cuadro era parte de una colección de 50 pinturas prestadas por el Museo Pinacoteca di Brera en Milán, Italia.
Sin embargo, agentes del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. se apoderaron de la pintura después de meses de disputas legales y negociaciones.
De acuerdo con funcionarios federales, la pintura era propiedad de Federico Gentili di Giuseppe, un judío italiano que vivía en París y que murió de causas naturales en 1940, un mes antes de que Alemania invadiera Francia.
La pintura y más de otras 70 obras fueron confiscadas y vendidas por el gobierno francés de Vichy en 1941.
Los nietos de Gentili presentaron una demanda en 1997 para recuperar la propiedad, pero su titularidad final todavía no se ha determinado. "Nuestros alegatos dejan en claro que creemos que los herederos de Federico Gentili son los legítimos propietarios", dijo la procuradora estadounidense, Pamela Marsha, fuera del tribunal federal en Tallahassee.
Los funcionarios del museo de Brogan están cooperando con las agencias federales.
Según estiman los especialistas la pintura está asegurada por 2,5 millones de dólares y tiene altas probabilidades de haber sido obtenida bajo coacción.
La pieza, que las autoridades identificaron como el trabajo de artista del renacimiento italiano Girolamo Romano, es una de las cerca de 2.500 obras de arte y antigüedades que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha repatriado a más de 20 países desde 2007.
"El saqueo de los bienes culturales se convirtió en un fenómeno mundial que trasciende las fronteras. Ya sea en tiempos de guerra o de paz, el robo y venta ilegal de valiosas obras de arte y tesoros antiguos es un crimen contra la humanidad", dijo Michael Kennedy, un agente especial del DHS.
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