Unas 25.000 personas se reunieron para celebrar la festividad de Sucot en la Cueva de los Patriarcas, en Hebrón, durante el fin de semana.
Por primera vez en doce años, el casco antiguo de Hebrón, conocida como la Kasba, también estuvo accesible a la gente. A lo largo de los siete días de la celebración de Sucot, la Cueva de los Patriarcas estuvo abierta al público judío.
Entre los turistas que pasaron por Hebrón estuvieron los miembros de la Knesset (parlamento israelí) Zeev Elkin, Tzipi Hotovely y Ariel Uri. El rabino jefe de Safed, Shmuel Eliahu y el rabino Haim Drukman también visitaron el lugar sagrado.
Las cartas de apoyo también fueron enviadas a las comunidades judías de Hebrón y Kiryat Arba, a partir de cinco viceministros, 14 ministros, 19 miembros del Knesset y el presidente de la Knesset, Reuven Rivlin.
La fuerte muestra de apoyo a una de las ciudades más sagradas del judaísmo, ha dado a los residentes de Hebrón un fuerte sentimiento de solidaridad, según puntualizó el portal de noticias de Arutz Sheva.
Según Ruti Hizni, un residente de Hebrón, fue multitudinaria la llegada de visitantes a Hebrón, lo que –según su interpretación- calentó los corazones de la gente del lugar.
"Nos reenergiza cuando recibimos la visita de mucha gente”, agregó el lugareño para describir el sentimiento generado por este gesto de solidaridad.
Hizni agregó que "muchos de los visitantes preguntan si hay apartamentos disponibles aquí”. “Nosotros les decimos que los lugares disponibles para vivir están completamente llenos. Sin embargo, esperamos que algún día, haya más que 90 familias judías que vivan en esta ciudad", agregó.
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