BBC.-En la coalición de gobierno también están los socios del partido Shinui que -encabezados por el ministro de Justicia, Yosef Lapid- advirtieron que si bien dan chance al jefe del Ejecutivo a ver qué soluciones halla, ya le aclararon que no permanecerán en el gobierno si no se avanza en la búsqueda de la paz y se da el brazo a torcer ante «los extremistas» internos.
«El Likud no es el pueblo y el pueblo no es el Likud», recalcó Lapid.
Sharon debe maniobrar con todos estos elementos simultáneamente, sabiendo que si cede al ala más extremista del Likud, no llegará a nada con los palestinos, perderá prestigio ante Estados Unidos y puntos ante la ciudadanía en general, que, según todos los sondeos, apoya la retirada de Gaza.
Por más decidido que esté a seguir adelante, si estos oscuros presagios se confirman, Sharon puede ver su futuro político en serio peligro.