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Netanyahu aceptó que el nuevo organismo examine el estado legal de los hogares de los colonos en tierras privadas palestinas. Para los americanos “el movimiento pone en peligro los esfuerzos de paz”.
Estados Unidos dijo ayer que se opone al plan del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de examinar la legalidad de los hogares de los colonos en tierras privadas palestinas.
El Departamento de Estado americano dijo que el plan israelí de “legalizar los puestos de los asentamientos” era contradictorio a los “compromisos y obligaciones” israelíes, y que pondría en peligro los esfuerzos de Estados Unidos de alcanzar la paz, según informó AFP.
El primer ministro israelí dio un paso en dirección de los políticos del ala derecha, incluyendo muchos miembros de su partido, cuando aceptó el martes crear un comité para examinar el estado legal de los hogares de los colones sobre tierras privadas palestinas.
Las noticias de que podrían alejarse de su política estricta de que se eliminen dichas estructuras fue duramente atacado por la izquierda y aclamado como una victoria por la derecha. Este último ha trabajado duro para el gobierno para avanzar en la legalización de los puestos.
Los políticos del ala derecha están preocupados por el número de demoliciones pendientes de hogares de colonos no autorizados, incluyendo los de Migron y Givat Assaf. B´Tselem, el Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados, dijo que dicho movimiento podría hacer al gobierno “cómplice de tierras robadas”.
El ministro de Cultura y Deportes, Limor Livnat, quien trabajó para el comité en el encuentro ministerial de Likud del domingo dijo: “Esta es una decisión valiente e importante”. La iniciativa se hizo durante un intenso esfuerzo del Cuarteto de Medio Oriente de devolver a los palestinos a la mesa de negociaciones. Éstos dijeron que no hablarán con Israel hasta que suspenda la actividad en los asentamientos.
La comunidad internacional ha esperado que Israel elimine 100 puestos de Cisjordania, muchos de los cuales fueron comenzados por colonos que creían que eventualmente serían legalizados.
Bajo el mapa de ruta del 2002, se espera que el gobierno remueva cerca de 24 puestos construidos luego de que el primer ministro israelí Ariel Sharon tómo la oficina en el 2001.