El gobierno de Estados Unidos realiza esfuerzos para evitar un mayor deterioro en las relaciones entre Israel y Turquía, dos de sus aliados en la región.
Importantes diplomáticos estadounidenses, entre ellos la secretaria de Estado, Hillary Clinton, realizan gestiones para bajarle el tono a la crisis, desatada tras difundirse el informe Palmer que realizó una comisión designada por la ONU sobre el incidente que protagonizaron una flotilla turca y el Ejército israelí en mayo de 2010..
"Llevamos muchos meses trabajando con nuestros aliados de Turquía y de Israel para fortalecer y mejorar su relación bilateral", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
Asimismo, el vocero resaltó que la administración de Barack Obama confía en que se recupere “una buena relación entre ellos”. “Vamos a seguir trabajando por ese objetivo con los dos gobiernos. Sin embargo, estamos preocupados por el estado de la relación hoy en día", indicó Nuland.
Clinton trató el tema con el canciller turco Ahmet Davutoglu el pasado jueves en París, mientras que dos destacados especialistas en Medio Oriente, David Hale y Dennis Ross, plantearon la cuestión con las autoridades israelíes el martes.
Turquía suspendió las relaciones militares con Israel, expulsó a los diplomáticos israelíes y amenazó con acciones adicionales a menos que Israel se disculpe por el incidente de la flotilla turca, que se produjo en mayo del año pasado cuando una embarcación intentó quebrar el bloqueo marítimo a la Franja de Gaza y fue detenida por la Marina israelí, dejando un saldo de nueve activistas muertos.
"Queremos evitar futuros enfrentamientos y queremos que estos dos fuertes aliados de los Estados Unidos vuelvan a tener una buena relación de trabajo", transmitió Nuland.
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