Dirigentes de la AMIA y de la DAIA no se pusieron de acuerdo aún sobre si seguirán los pasos de los Familiares de la Víctimas del atentado a la mutual judía, que oficializaron su decisión de no asistir más al juicio oral hasta que llegue la última etapa del proceso en repudio a la separación de los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia.
Hoy, junto a los abogados del caso, las máximas autoridades de la agrupación que representa políticamente a la comunidad judía y de la entidad comunitaria que fue atacada discutieron qué medidas tomar en el proceso oral.
Sin embargo -al igual que durante toda la semana pasada- el encuentro no permitió arribar a ninguna conclusión y los participantes quedaron en volver a reunirse en las próximas horas para ver si pueden llegar a un acuerdo, contaron a DyN participantes de la reunión.
«La idea es no quedar desconectados, para no debilitarnos y buscar un punto de equilibrio para que la querella unificada siga funcionando como tal. Las críticas de Familiares obliga a ver qué se va a hacer puertas adentro y puertas afuera», comentó a la agencia DyN un vocero de una de esas entidades, quien confió en que «se va a llegar a un punto de entendimiento».
Mientras se llegue a una resolución, los abogados de las partes no asistirán al juicio oral y publico que se reanudará mañana, oportunidad en que seguirá el alegato de la defensa de Mario Bareiro, uno de los cinco acusados para los que se pidió reclusión perpetua por su presunta participación en el ataque.
La situación planteada en la querella unificada de la AMIA es un coletazo directo de la decisión del Tribunal Oral Federal 3, que sustancia el juicio a la llamada «conexión local» del atentado, que resolvió la semana pasada separar del proceso oral y público a los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia.
Esos fiscales trabajaron desde el 18 de julio de 1994 en la investigación de la masacre pero la defensa del reducidor de autos Carlos Telleldín, uno de los detenidos, los recusó porque -dijo- sabían del pago que su cliente recibió dos años después de la masacre y mintieron al ser interrogados al respecto.
El Tribunal dio por cierto que los fiscales sabían de ese pago ilegal, pese a que la Fiscalía sostuvo que, en realidad, recién tuvieron certezas de ello cuando el asunto se destapó hace seis meses, con la declaración de agentes de la SIDE durante el juicio oral. Lo cierto es que ayer, durante el acto que se desarrolló al cumplirse 9 años y 9 meses de la masacre, los Familiares de las Víctimas oficializaron su decisión de no volver al juicio oral hasta que llegue la última parte del proceso.
«Para nosotros, la separación de los fiscales por parte del tribunal fue realizada de manera arbitraria y fuera de tiempo, sólo basada en presunciones, sin ninguna prueba directa y sin ningún testimonio que la justifique», dijo además Burstein al argumentar la decisión de esa agrupación.
Fte Clarin