No importa si se trata de al-Qaida, del Hamas o de otro grupo. Hamas ha desarrollado amplias conexiones con otros grupos terroristas. Debido a la ayuda monetaria que recibe de Irán y de Siria, el Hamas está capacitado para desarrollar una compleja infraestructura organizada, a nivel financiero y operativo, desplegada a nivel mundial.
Intentar presentar a Yassin como una especie de «líder espiritual moderado» resulta no menos ridículo que describir a Bin-Laden como tal. Debajo de su supuesta vestidura de clérigo, Ahmed Yassin era un architerrorista, el verdadero pionero del despiadado asesinato de inocentes. Creó y lideró el Hamas, y fue el responsable directo de su estrategia de terrorismo suicida en masa.
Yassin se aprovechó de su influyente ventaja intelectual para inculcar a sus fieles el odio a la vida e incitarlos al fervor para perpetrar cientos de sangrientos y viles asesinatos.
He aquí algunos de los inhumanos ataques que fueron inspirados por Yassin y aprobados por él:
1º de junio de 2001, ataque suicida en una discoteca cerca del Dolfinario de Tel Aviv. 21 jóvenes resultaron asesinados y 120 fueron heridos cuando el terrorista del Hamas se hizo explotar mientras esperaba para entrar a la discoteca junto con un numeroso grupo de adolescentes.
27 de marzo de 2002, ataque terrorista en el restaurante del hotel Park en la ciudad de Natania. 30 personas fueron asesinadas y 140 heridas en plena cena que señalaba el Seder de la fiesta de Pascua.
18 de junio de 2002, ataque suicida dentro de un autobús, en Jerusalem. 19 personas resultaron asesinadas y 74 heridas. El autobús, que resultó completamente destruído, transportaba a varios alumnos al colegio.
Además, otros cientos de ciudadanos israelíes cayeron en la red de su odio cruel, mientras viajaban en autobuses, cenaban en restaurantes, hacían compras en shoppings o simplemente caminaban por la calle.
Yassin fue el espeluznante ejemplo de un líder con cínica manipulación, que tergiversó elevados principios religiosos con el propósito de reclutar palestinos, entre ellos niños y mujeres, para embarcarse en las denominadas misiones de «sagrada Jihad» durante las cuales se inmolarían con el fin de asesinar a cientos de ciudadanos israelíes.
La operación contra Yassin no representa un acto de venganza. Es parte de los incesantes esfuerzos israelíes para confrontar el terrorismo y sus fuentes. La abominable campaña terrorista del Hamas tiene por destino el asesinato de la mayor cantidad posible de israelíes, para materializar el más ferviente anhelo del Hamas, la destrucción de Israel.
Mientras el Hamas esté involucrado en la planificación, dirección, ejecución o liderazgo de terrorismo, Israel no se cruzará de manos para esperar el próximo ataque terrorista en las calles de Jerusalem o de Tel Aviv. El gobierno de Israel, como cualquier otro gobierno, concede una responsabilidad fundamental a la protección de la vida de los ciudadanos que están amenazados por el terrorismo.
Paralelamente a sus operaciones contraterroristas, Israel continuará perseverando en sus esfuerzos para cristalizar soluciones políticas basadas en la implementación de la hoja de ruta. La paz podrá ser conseguida recién cuando el liderazgo palestino confronte el terrorismo y renuncie al uso de la violencia como herramienta de resolución de desacuerdos políticos.
Israel ha ofrecido a los palestinos la esperanza de concretar aspiraciones y ha extendido su mano para alcanzar la paz. Sin embargo, Israel ha recibido a cambio una embestida violenta de terrorismo. En la actualidad, Israel hace frente a una constante y creciente amenaza, y para hacerle frente, deberá continuar su auto- defensa.