En un acto efectuado en su sede del partido de Moreno, provincia de Buenos Aires, el Centro Comunitario Kadima celebró sus primeros 100 años de existencia.
Luego de entonarse el Himno Nacional Argentino y el Hatikva, el presidente de la institución, Pablo Reisman, manifestó que “estamos viviendo un momento especial” porque después de revisar “los desafíos que debimos afrontar, al encontrarnos juntos, el resultado no hace otra cosa que fortalecer el orgullo que sentimos al ser parte de esta institución”.
“Kadima es nuestro pequeño mundo, el espacio que elegimos para lograr el ideal que buscamos en el mundo: amigos, ideas comunes, otras maneras de transitar los senderos”, prosiguió.
Para Reisman, “el centenario es el resultado del esfuerzo brindado por muchos hombres y mujeres para que hoy nos miremos a los ojos y revaloricemos nuestra identidad”.
“Kadima vive un presente que remotamente hubiéramos imaginado y que nos da la chance de pensar que hay mucho más por hacer”, arengó.
“El presente de Kadima, con su siglo a cuestas, enriquece nuestra visión, nuestras ganas de trasmitir valores a los niños, nuestro deseo de planificar los próximos cinco años y, por sobre todas las cosas, dignifica y resignifica la tarea del askán, el (dirigente) voluntario que le da contenido a su estatus de socio y lo llena de trabajo, compromiso, esfuerzos y valores”, sintetizó el presidente de la entidad.
Reisman anticipó que “tenemos hermosos desafíos por enfrentar, (como) una nueva sede en Capital que ponto se transformará en el centro de la vida comunitaria de Paternal y alrededores”.
“Nuestro evento coincide con la fiesta macabea por excelencia: Janucá, la fiesta del milagro, la luz y esperanza, y hoy inauguraremos la Janukiá que deseamos ilumine los centenarios de Kadima que están por venir”, concluyó.
Luego, el embajador de Israel, Daniel Gazit, expresó que “es siempre un placer estar en Kadima, multiplicado por cien veces al estar en esta fiesta de cien años de un club judío en la Argentina”.
“La esencia de una institución son sus dirigentes voluntarios y, primeramente, sus socios, que decidieron unirse y dar valores judíos a la continuidad del pueblo judío fuera de Israel durante 100 años o tres generaciones”, añadió.
Gazit aseveró que “mirando a todos los chicos, estoy seguro de que tendrán mucha más vida y alegría en una institución que florece”.
Luego, el embajador -quien recibió diploma y el carné que lo designan socio honorario de Kadima- se refirió al tremendo incendio en los bosques del norte de Israel, que se cobró más de 40 vidas y destruyó varias poblaciones y más de cinco millones de árboles.
A continuación hubo un espectáculo musical y dirigentes de FACCMA, DAIA, AMIA, OSA, Keren Kayemet, Hebraica, Círculo y Bar Kojba le entregaron a Reisman placas recordatorias del centenario de Kadima.
Acto seguido, Moshé Korin presentó el “Libro del Centenario”, que contiene historias, anécdotas y relatos del centro comunitario y se proyectaron fotografías y un video institucional.
Finalmente se inauguró una hermosa obra escultórica, una Janukiá creada por el artista plástico Adro Tenembaum, se destacó la tarea del personal de mantenimiento y vigilancia de la institución y Reisman despidió a Alejandro Abramovich, quien deja la dirección ejecutiva para dirigir la comunidad judía de Lima, Perú.
Estuvieron presentes el vicepresidente 3º y la prosecretaria 1ª de la DAIA, Alberto Hammerschlag y Diana Laufer; el vicepresidente 2º y el secretario general de la AMIA, José Scaliter y Julio Schlosser; el vicepresidente 2º de la OSA, Daniel Lew; los presidentes de FACCMA, Waldo Wolff; la filial local del Keren Kayemet, Adolfo Filarent; la Sociedad Hebraica Argentina, Oscar Olender; y Likud-Argentina, Arnoldo Szwarcberg; Alberto Bystrowicz, de Avodá Argentina, otros dirigentes de sociodeportivas y centenares de afiliados de Kadima.
Finalizado el acto se sirvió un refrigerio.