El Ministerio de Defensa israelí informó que hoy, lunes, decenas de retroexcavadoras comenzarán a trabajar a lo largo de la frontera con Egipto, en preparación de la construcción de una barrera con sensores electrónicos para detener la infiltración de inmigrantes ilegales y eventuales terroristas.
El proyecto, planteado hace meses y varias veces demorado, duraría cerca de un año y costaría unos 1.350 millones de shekels (más de 300 millones de dólares).
A principios de mes, Sabine Haddad, portavoz del Ministerio del Interior, anunció que el número de inmigrantes ilegales y solicitantes de asilo africanos había pasado de un promedio mensual de 350 personas en 2009 a 1.100 este año.