Parlamentarios y expertos en antisemitismo expresaron su preocupación por el crecimiento del odio racial en la web y se comprometieron a redoblar los esfuerzos para combatir este flagelo durante la reunión de la Coalición Interparlamentaria para Combatir el Antisemitismo (ICCA), que se celebró en Ottawa, Canadá.
La declaración conocida como el Protocolo de Ottawa fue difundida tras una reunión de dos días de parlamentarios y expertos de unos 50 países del mundo, que se celebró en esa ciudad canadiense.
En ese documento, los asistentes coincidieron en la necesidad de “intensificar” los esfuerzos dentro de Canadá y alrededor del mundo para combatir el aumento del antisemitismo, considerado como el "más perdurables de todos los odios".
"Estamos alarmados por la explosión de antisemitismo y el odio en Internet, un medio fundamental para la promoción y protección de la libertad de expresión, la libertad de información, y la participación de la sociedad civil", sostuvo el grupo en la declaración.
Asimismo, la conferencia expresó su preocupación por “el fracaso de muchos países en el compromiso de mantener estadísticas fiables sobre los crímenes de odio antisemita y otros”.
El Protocolo de Ottawa es la continuidad de la conferencia realizada en Londres, en febrero de 2009, convocada como la conferencia de fundación de la Coalición Interparlamentaria para Combatir el Antisemitismo.
El miembro de la Cámara de los Comunes del Canadá, Irwin Cotler, también presidente de la coalición internacional y destacado activista de derechos humanos, afirmó en una conferencia de prensa que el protocolo abre un nuevo camino.
“Por primera vez, se proporcionan definiciones detalladas de lo que constituye el antisemitismo y la pone por escrito lo que el grupo ve como la distinción entre el antisemitismo y la crítica legítima del Estado de Israel”, dijo el legislador.
Justamente en el protocolo se indicó: "Que quede claro que la crítica a Israel no es antisemita".
No obstante, el grupo aclaró que “la condena selectiva” como la “negación de su derecho a existir y la búsqueda de su destrucción son hechos discriminatorios y de odio".
Por su parte, el ministro canadiense de Inmigración y Multiculturalismo, Jason Kenney, quien asistió a la Conferencia de Londres, dijo que la reunión de Ottawa, que atrajo a cientos de participantes, demostró que la reunión de 2009 “no fue un hecho aislado”.
"Se determinó (en Londres), que esta tenía que ser una empresa en marcha, que no podíamos cumplir en una conferencia y cada uno vuelve a su vida normal", dijo Kenney.
Los informes sobre incidentes antisemitas confirman que los ataques se han incrementado en todo el mundo y en Canadá, según informó la B’nai Brith hubo un total de 1.264 incidentes en 2009, el número más alto desde que el grupo comenzó su auditoría anual hace 28 años.
Pese a este dato, el gobierno canadiense ratificó su compromiso de tolerancia cero a las acciones antiisraelíes y antisemitas, política que fue confirmada cuando boicoteó la conferencia de Durban II contra el racismo.
Canadá fue uno de los pocos países que se negó a enviar representantes porque la conferencia se convertiría en un foro para criticar a Israel y promover el antisemitismo.
El gobierno aún no ha decidido si participará en Durban III, que se celebra en Nueva York.
Al participar en la conferencia, el primer ministro Stephen Harper dijo que la lucha contra el antisemitismo debe ser “implacable”, y que está dispuesto a hacer lo que sea necesario para defender a Israel.
"Mientras sea primer ministro, ya sea en la ONU o en cualquier otro lugar, Canadá llevará a esa posición", sostuvo.
Entre los principales puntos del compromiso del Protocolo de Ottawa se destacan:
– Trabajar con las universidades para alentar la lucha contra el antisemitismo con la misma seriedad con que se enfrentan otros delitos.
– Establecimiento de un grupo de trabajo internacional de especialistas en Internet que incluya parlamentarios y expertos para crear formas de identificar y controlar el antisemitismo y otros crímenes de odio en línea y desarrollar recomendaciones de políticas sobre cómo los gobiernos pueden abordar los problemas.
– Grupo de trabajo para asegurar que la policía disponga de un centro de grabación universal e integral de los crímenes de odio en general.
Por su parte, el Comité Ejecutivo Americano (AJC) elogió la actitud del primer ministro canadiense por su contundente discurso en la reunión de la Coalición Interparlamentaria para Combatir el Antisemitismo (ICCA) en Ottawa.
Harper se comprometió luchar activamente contra el antisemitismo en Canadá y en el extranjero.
"Rendimos homenaje a conmovedoras palabras del primer ministro Harper," dijo el director ejecutivo del AJC, David Harris, en el portal del comité.
Asimismo, el dirigente se expresó conmovido por “la declaración del Primer Ministro y el apoyo de Canadá a Israel, que le costó su asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU ".
Canadá perdió su candidatura para el Consejo de Seguridad de la ONU a mediados de octubre, debido al rechazo de los estados islámicos.
GB