El presidente sirio, Bashar Assad, alertó sobre las posibles acusaciones sobre el asesinato del ex primer ministro libanés, Rafia Hariri, del 2005, ya que podrían destrozar al Líbano.
Assad dijo en una entrevista publicada hoy en el diario árabe Al-Hayat que su país está dividido en bases sectarias y que las acusaciones en el caso podrían separar al pueblo libanés.
Hace cinco años un bombardeo masivo en Beirut asesinó a Hariri y a otras 22 personas.
Un tribunal de la ONU está investigando el caso pero todavía no ha acusado a nadie. Se especula que podría apuntar contra Siria o Hezbollah, el grupo militante chiíta en el Líbano que apoya Siria. Ambos han negado estar involucrados.
Hay miedos en el Líbano de que si las acusaciones apuntan contra Hezbollah, podría llevar a un surgimiento de violencia entre las comunidades musulmanas chiítas y sunnitas.
400