El nivel de 20% es suficiente para producir combustible que permita operar un reactor de investigación médica, pero está muy por debajo del nivel de enriquecimiento de 90% que se requiere para fabricar material fisible para ojivas nucleares.
No obstante, las autoridades de Estados Unidos han expresado su inquietud de que Irán pudiera estar desarrollando la capacidad de llegar al nivel de calidad necesario para producir armas nucleares.
La negativa de Irán a dejar de enriquecer uranio es el centro de su disputa con Occidente acerca del programa nuclear de la nación persa. Irán insiste en que tiene derecho a producir combustible atómico de acuerdo con el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
Estados Unidos y algunos de sus aliados acusan a Teherán de usar su programa nuclear civil para enmascarar el desarrollo de armas atómicas. Irán ha negado esas afirmaciones y argumenta que su programa nuclear busca generar electricidad y producir radioisótopos médicos usados en el tratamiento del cáncer.
Irán afirma también que tiene la tecnología necesaria para producir las barras de uranio empleadas en reactores de investigación médica y que la primera estará lista dentro de un año.
Teherán comenzó a enriquecer uranio al 20% en febrero. En junio reportó que poseía 17 kilogramos (37 libras) del material.